CAPÍTULOS I AL XXVII
Noticia publicada el 14-09-2008
L D (Pedro de Tena) El coche en cuestión era el BMW 530 D de matrícula 5564 BGW. La compra tuvo lugar a finales del año 2006 por Isaías Pérez Saldaña, entonces consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. Anteriormente, había sido consejero de Asuntos Sociales de la misma. Tras salir del gobierno de Chaves en marzo de 2008, ha sido nombrado presidente de Cartuja 93, parque tecnológico heredero de las aspiraciones de la Expo 92.
El propio consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, reconoció en el Pleno del Parlamento andaluz que adquirió el mes de junio de 2006 un BMW 530-D retirado hacía ocho meses de la flota oficial de la Junta de Andalucía por un precio de 12.950 euros.
En respuesta a una pregunta oral realizada en el Pleno del Parlamento andaluz por el diputado del PP José Luis Rodríguez, el consejero advirtió de que no apreciaba "irregularidades" en la operación, puesto que "la Junta no vende directamente un coche oficial, sino que cualquier ciudadano puede ir a un concesionario y adquirir un vehículo que ya no está en uso oficial". Pero anoten que el coche sólo tuvo dos titularidades: la Junta y el consejero, o sea, que la venta fue directa y no hubo concesionarios de por medio.
Pérez Saldaña explicó que la compra del coche se produjo cuando ya llevaba ocho meses retirado de la flota oficial de la Junta y que pagó por el vehículo un total de 12.950 euros, "un precio superior al que fue vendido al concesionario", tras lo que el diputado del PP José Luis Rodríguez optó por dar por finalizado el debate porque la información aportada por el consejero ante el Pleno no se correspondía con la que el Grupo Popular tenía en su poder.
En declaraciones posteriores a los medios de comunicación, Rodríguez esgrimió documentación oficial en poder del PP para poner de manifiesto que este dato "no se corresponde con la realidad, puesto que supuestamente, el coche es adquirido por el concesionario por 12.000 euros, pero el consejero paga por él 10.941'50 euros, a los que suma su correspondiente 16 por ciento de IVA (1.750,64) y lo correspondiente a la gestoría".
Así, José Luis Rodríguez destacó el hecho de que la concesionaria de coches "nunca tuvo la titularidad del vehículo, por lo que la transición se hizo directamente desde la Junta de Andalucía al consejero". "El mismo día (2 de junio de 2006) que el coche pasa a posesión de la concesionaria, Pérez Saldaña entra y sale por otra puerta montado en el BMW", resaltó Rodríguez, que advirtió de que el coche adquirido por el consejero por 12.950 euros tiene un valor a precio de mercado de 48.000 euros, sin contar los extras.
El diputado del PP señaló que se trata de un vehículo de 2001, que pasó la ITV el 7 de abril de 2005 con una calificación favorable. Así, atendiendo a los datos que maneja el PP, Rodríguez no dudó en advertir de que "estamos ante un auténtico caso de corrupción política y moral con premeditación y alevosía y nocturnidad", por lo que instó al consejero a dar "muchas explicaciones".
Asimismo, Rodríguez señaló que la "estrategia" utilizada por el consejero de decir que el vehículo se lo ha adquirido a una concesionaria es "burda y cutre, ya que el coche nunca pasó a ser propiedad de la concesionaria, sino que entró por una puerta como coche de la Junta y salió por la otra conducido por Pérez Saldaña".
"Estamos ante una operación que da asco", alertó el diputado del PP, que dijo que la "subasta es uno de los sistemas previstos para acceder a un vehículo que ha tenido un uso oficial, sin embargo, en esta ocasión no sabemos con qué información contaba el consejero". Por último, Rodríguez quiso dejar claro que "lo último que debe hacer un responsable público es adquirir un vehículo que ha sido oficial".
En aquel momento, El Mundo de Andalucía publicó el siguiente editorial:
"El consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Isaías Pérez Saldaña, ha debido reconocer en el Parlamento
—preferimos suponer que con el bochorno del ingenuo sorprendido— que el BMW 5301 hasta ahora a su servicio oficial ha pasado a ser propiedad suya tras una sencilla maniobra financiera que nos proporciona una idea cabal del punto de disparate y miseria que está alcanzado la vida política en esta autonomía en la que, tras más de un cuarto de siglo de dominio sin control, la dirigencia del PSOE andaluz tiene severas dificultades para distinguir entre lo público y lo privado. La pregunta de un diputado del PP, ayer durante la sesión de control al Gobierno, requería sibilinamente al consejero para que aclarase si tenía conocimiento de que un vehículo de lujo de su consejería hubiera sido adquirido por algún alto cargo, cuestión a la que el titular de Agricultura no tuvo otro remedio que reconocer que sí que lo tenía porque él mismo era, precisamente, el adjudicatario de tan extravagante recompra.
La historia, como ven, es sencilla, y se resume en la breve secuencia que permite a un coche oficial —previamente equipado con todo lujo de carísimos accesorios— pasar simbólicamente por el concesionario (que es lo habitual cuando la Junta renuncia, a la hora de deshacerse de vehículos, al genuino procedimiento de la subasta) hasta el propio consejero del departamento por el módico precio de 12.692 euros, un precio simbólico también habida cuenta de que el normal en el mercado alcanza exactamente los 48.000 euros... sin aquellos accesorios extra que, sin duda, lo encarecen no poco. Esa es la historia, y como decíamos, en ella puede ver el lector cómo, en efecto, él personal político de la autonomía no diferencia, como sería conveniente, entre la propiedad de la Junta y la privada, una sensación, insistimos, explicable en el marco psíquico de un «régimen», pero no por ello menos ofensiva para el sentido común.
Es más, por lo visto el coche oficial del consejero (literalmente) pasó a su propiedad personal directamente, esto es, sin que el concesionario en el que fue depositado en principio cumplimentara siquiera la comedia de una primera transferencia, sino de mano a mano, del consejero Saldaña al ciudadano Saldaña, en un ejercicio de cutrez política que, en todo caso, da una idea de cuáles son los criterios por los que se mueve este personal a la hora de administrar los bienes públicos. Por supuesto, comentamos el tema sólo en clave de sarcasmo menor, pero no por ello se nos escapa la trascendencia pública de un episodio que merecería, si no una sanción inimaginable en esta política sin freno moral ni estético que valga, al menos un rapapolvo, por parte de quien por encima del consejero preside esta merienda de negros. ¡El consejero recomprando su coche oficial a precio de saldo y tras equiparlo por todo lo alto! Sólo la más absoluta confianza en la impunidad y el distanciamiento absoluto de cualquier condicionante ético permite explicar este caso de trapicheo que tan bien ilustra la realidad política que vive Andalucía bajo la hegemonía del PSOE y el liderato de Manuel Chaves, tan complaciente, por cierto, con el nepotismo demostrado en el - escándalo de sus propios hermanos en la Junta de Andalucía"
Algunas preguntas no respondidas entonces por el consejero Saldaña
1.-El coche oficial BMW 530 D del que hablamos estuvo, según confesión del Consejero, 8 meses apartado del servicio hasta que fue conducido al concesionario para ser aportado para la compra de un vehículo nuevo. Durante ese tiempo, ¿condujo el consejero el vehículo de modo particular antes de ser formalmente adquirido? ¿Lo condujo algún miembro más de su familia? ¿Tuvo algún miembro de su familia un percance con el coche, con resultado de daños, que tuvo que ser reparado por un taller? ¿Quién pagó esa factura?
2.-El caso del BMW que consideramos, ¿es el único caso que conoce el señor Consejero de vehículos oficiales de su Consejería que hayan pasado a ser propiedad de particulares? Más claramente: ¿Hay más coches que fueron en su día oficiales en su Consejería que sean ahora propiedad de personal de la Consejería o de sus familiares?
3.-¿Cuánto tiempo estuvo depositado el BMW de marras en el concesionario antes de ser adquirido por el señor Consejero? ¿Meses, semanas, días, horas?¿En qué concesionario se compró el coche?
4.-¿Quién y cuándo informó al señor Consejero de la presencia del coche en el concesionario y de la posibilidad de adquirirlo privadamente? ¿Alguien de su Consejería? ¿Alguien de la Dirección General de Patrimonio?
5.-¿Cómo explica el señor Consejero que un coche de la marca y gama del que nos ocupa, con todos los extras que lleva incorporados, es valorado por las casas dedicadas a la venta de coches de segunda mano en más de 20.000 euros, como mínimo, mientras que la valoración del concesionario donde compró el BMW sólo lo valoró en 12.950 euros?
6.-¿Declaró el señor Consejero el nuevo vehículo en el Registro correspondiente de bienes de altos cargos?
7.-¿Se mandó arreglar el coche en cuestión poco antes de ser adquirido por el Consejero? ¿A cuánto ascendió la factura correspondiente? ¿Se han añadido algunos extras esenciales, como GPS, poco antes de ser adquirido el vehículo por el Consejero?
Y una última pregunta, que tiene que ver con la Tela de Araña tejida por la oligarquía que gobierna el PSOE de Andalucía desde hace 25 años:
¿Cuántos familiares del señor Consejero trabajan en la Junta de Andalucía y en qué puestos?
ATC Journal. ¡Llevamos la información!
En respuesta a una pregunta oral realizada en el Pleno del Parlamento andaluz por el diputado del PP José Luis Rodríguez, el consejero advirtió de que no apreciaba "irregularidades" en la operación, puesto que "la Junta no vende directamente un coche oficial, sino que cualquier ciudadano puede ir a un concesionario y adquirir un vehículo que ya no está en uso oficial". Pero anoten que el coche sólo tuvo dos titularidades: la Junta y el consejero, o sea, que la venta fue directa y no hubo concesionarios de por medio.
Pérez Saldaña explicó que la compra del coche se produjo cuando ya llevaba ocho meses retirado de la flota oficial de la Junta y que pagó por el vehículo un total de 12.950 euros, "un precio superior al que fue vendido al concesionario", tras lo que el diputado del PP José Luis Rodríguez optó por dar por finalizado el debate porque la información aportada por el consejero ante el Pleno no se correspondía con la que el Grupo Popular tenía en su poder.
En declaraciones posteriores a los medios de comunicación, Rodríguez esgrimió documentación oficial en poder del PP para poner de manifiesto que este dato "no se corresponde con la realidad, puesto que supuestamente, el coche es adquirido por el concesionario por 12.000 euros, pero el consejero paga por él 10.941'50 euros, a los que suma su correspondiente 16 por ciento de IVA (1.750,64) y lo correspondiente a la gestoría".
Así, José Luis Rodríguez destacó el hecho de que la concesionaria de coches "nunca tuvo la titularidad del vehículo, por lo que la transición se hizo directamente desde la Junta de Andalucía al consejero". "El mismo día (2 de junio de 2006) que el coche pasa a posesión de la concesionaria, Pérez Saldaña entra y sale por otra puerta montado en el BMW", resaltó Rodríguez, que advirtió de que el coche adquirido por el consejero por 12.950 euros tiene un valor a precio de mercado de 48.000 euros, sin contar los extras.
El diputado del PP señaló que se trata de un vehículo de 2001, que pasó la ITV el 7 de abril de 2005 con una calificación favorable. Así, atendiendo a los datos que maneja el PP, Rodríguez no dudó en advertir de que "estamos ante un auténtico caso de corrupción política y moral con premeditación y alevosía y nocturnidad", por lo que instó al consejero a dar "muchas explicaciones".
Asimismo, Rodríguez señaló que la "estrategia" utilizada por el consejero de decir que el vehículo se lo ha adquirido a una concesionaria es "burda y cutre, ya que el coche nunca pasó a ser propiedad de la concesionaria, sino que entró por una puerta como coche de la Junta y salió por la otra conducido por Pérez Saldaña".
"Estamos ante una operación que da asco", alertó el diputado del PP, que dijo que la "subasta es uno de los sistemas previstos para acceder a un vehículo que ha tenido un uso oficial, sin embargo, en esta ocasión no sabemos con qué información contaba el consejero". Por último, Rodríguez quiso dejar claro que "lo último que debe hacer un responsable público es adquirir un vehículo que ha sido oficial".
En aquel momento, El Mundo de Andalucía publicó el siguiente editorial:
"El consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Isaías Pérez Saldaña, ha debido reconocer en el Parlamento
—preferimos suponer que con el bochorno del ingenuo sorprendido— que el BMW 5301 hasta ahora a su servicio oficial ha pasado a ser propiedad suya tras una sencilla maniobra financiera que nos proporciona una idea cabal del punto de disparate y miseria que está alcanzado la vida política en esta autonomía en la que, tras más de un cuarto de siglo de dominio sin control, la dirigencia del PSOE andaluz tiene severas dificultades para distinguir entre lo público y lo privado. La pregunta de un diputado del PP, ayer durante la sesión de control al Gobierno, requería sibilinamente al consejero para que aclarase si tenía conocimiento de que un vehículo de lujo de su consejería hubiera sido adquirido por algún alto cargo, cuestión a la que el titular de Agricultura no tuvo otro remedio que reconocer que sí que lo tenía porque él mismo era, precisamente, el adjudicatario de tan extravagante recompra.
La historia, como ven, es sencilla, y se resume en la breve secuencia que permite a un coche oficial —previamente equipado con todo lujo de carísimos accesorios— pasar simbólicamente por el concesionario (que es lo habitual cuando la Junta renuncia, a la hora de deshacerse de vehículos, al genuino procedimiento de la subasta) hasta el propio consejero del departamento por el módico precio de 12.692 euros, un precio simbólico también habida cuenta de que el normal en el mercado alcanza exactamente los 48.000 euros... sin aquellos accesorios extra que, sin duda, lo encarecen no poco. Esa es la historia, y como decíamos, en ella puede ver el lector cómo, en efecto, él personal político de la autonomía no diferencia, como sería conveniente, entre la propiedad de la Junta y la privada, una sensación, insistimos, explicable en el marco psíquico de un «régimen», pero no por ello menos ofensiva para el sentido común.
Es más, por lo visto el coche oficial del consejero (literalmente) pasó a su propiedad personal directamente, esto es, sin que el concesionario en el que fue depositado en principio cumplimentara siquiera la comedia de una primera transferencia, sino de mano a mano, del consejero Saldaña al ciudadano Saldaña, en un ejercicio de cutrez política que, en todo caso, da una idea de cuáles son los criterios por los que se mueve este personal a la hora de administrar los bienes públicos. Por supuesto, comentamos el tema sólo en clave de sarcasmo menor, pero no por ello se nos escapa la trascendencia pública de un episodio que merecería, si no una sanción inimaginable en esta política sin freno moral ni estético que valga, al menos un rapapolvo, por parte de quien por encima del consejero preside esta merienda de negros. ¡El consejero recomprando su coche oficial a precio de saldo y tras equiparlo por todo lo alto! Sólo la más absoluta confianza en la impunidad y el distanciamiento absoluto de cualquier condicionante ético permite explicar este caso de trapicheo que tan bien ilustra la realidad política que vive Andalucía bajo la hegemonía del PSOE y el liderato de Manuel Chaves, tan complaciente, por cierto, con el nepotismo demostrado en el - escándalo de sus propios hermanos en la Junta de Andalucía"
Algunas preguntas no respondidas entonces por el consejero Saldaña
1.-El coche oficial BMW 530 D del que hablamos estuvo, según confesión del Consejero, 8 meses apartado del servicio hasta que fue conducido al concesionario para ser aportado para la compra de un vehículo nuevo. Durante ese tiempo, ¿condujo el consejero el vehículo de modo particular antes de ser formalmente adquirido? ¿Lo condujo algún miembro más de su familia? ¿Tuvo algún miembro de su familia un percance con el coche, con resultado de daños, que tuvo que ser reparado por un taller? ¿Quién pagó esa factura?
2.-El caso del BMW que consideramos, ¿es el único caso que conoce el señor Consejero de vehículos oficiales de su Consejería que hayan pasado a ser propiedad de particulares? Más claramente: ¿Hay más coches que fueron en su día oficiales en su Consejería que sean ahora propiedad de personal de la Consejería o de sus familiares?
3.-¿Cuánto tiempo estuvo depositado el BMW de marras en el concesionario antes de ser adquirido por el señor Consejero? ¿Meses, semanas, días, horas?¿En qué concesionario se compró el coche?
4.-¿Quién y cuándo informó al señor Consejero de la presencia del coche en el concesionario y de la posibilidad de adquirirlo privadamente? ¿Alguien de su Consejería? ¿Alguien de la Dirección General de Patrimonio?
5.-¿Cómo explica el señor Consejero que un coche de la marca y gama del que nos ocupa, con todos los extras que lleva incorporados, es valorado por las casas dedicadas a la venta de coches de segunda mano en más de 20.000 euros, como mínimo, mientras que la valoración del concesionario donde compró el BMW sólo lo valoró en 12.950 euros?
6.-¿Declaró el señor Consejero el nuevo vehículo en el Registro correspondiente de bienes de altos cargos?
7.-¿Se mandó arreglar el coche en cuestión poco antes de ser adquirido por el Consejero? ¿A cuánto ascendió la factura correspondiente? ¿Se han añadido algunos extras esenciales, como GPS, poco antes de ser adquirido el vehículo por el Consejero?
Y una última pregunta, que tiene que ver con la Tela de Araña tejida por la oligarquía que gobierna el PSOE de Andalucía desde hace 25 años:
¿Cuántos familiares del señor Consejero trabajan en la Junta de Andalucía y en qué puestos?
ATC Journal. ¡Llevamos la información!
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