15 marzo 2010

La dominación marxista en Casares y la manipulación de la Historia

CASARES
Ayuntamiento de Casares. Partido Judicial de Estepona.
ESTADO NUMERO 3
Durante el dominio rojo de esta Villa (Causa General 099).

Desde el mes de febrero de 1936 las turbas revolucionarias empezaron las mismas a cometer toda serie de actos, tales como que tomaron por asalto el Ayuntº, insultando y amenazando a todos los elementos que componían el mismo; que terminada esta operación se dirigieron a la Ermita nombrada de San Sebastián, y una vez allí después de saqueada, recogieron todos los Santos y objetos de culto y los trasladaron a la Iglesia Mayor, al objeto de convertir dicha Ermita en Centro Obrero, que conseguido esto empezaron a boicotear a todos los elementos que no simpatizaban con sus ideales, tomando el acuerdo de asesinar al Secretario de este Juzgado Municipal D. Juan López Trujillano, presentándose para realizar tan infame operación un sujeto llamado Pedro Mancera Mena (a) Mancera, el cual fracasó en su intento, porque apercibido el Sr. López Trujillano se marchó inmediatamente del pueblo para que no pudieran conseguir su objeto, permaneciendo éste una larga temporada ausente; que respecto a la Ermita en cuestión pasados unos días las fuerzas de la Guardia Civil se incautó de ella y desalojó a los elementos que se habían apoderado de la misma, que dicha Ermita estuvo cerrada hasta el 22 de julio, en cuya fecha fue abierta violentamente por las turbas revolucionarias para convertirla en Cárcel y alojar a los elementos que detenían de derechas; que en este intermedio de tiempo desde el 20 de febrero hasta el 18 de julio, hubo huelgas agrícolas y toda clase de coacciones y atropellos al objeto de intimidar a las personas de orden para ellos hacer lo que les viniere en gana. El 18 de julio por la noche se dirigieron al campo varias comisiones para traerse a todos los obreros que trabajaban en el término a fin de clararse en huelga general, no permitiendo bajo amenazas de muerte a los poseedores de radios que recibieran noticias ningunas relativas al glorioso Alzamiento, estando estos constantemente vigilados y hasta llegar el caso de apoderarse de los teléfonos y Correos, para que las personas de orden estuvieran desorientadas y no pudieran enterarse de noticias algunas favorables al Movimiento Nacional; por la madrugada empezaron a entrar todos los obreros de ideas extremistas del campo, dando gritos de vivas y mueras y exhortando a todos para que se apoderaran de las armas y objetos que estaban en poder de los elementos que no eran de su confianza, que desde este momento empezaron las detenciones de las personas de orden, que no conformes con esto se dirigieron a las Iglesias destruyendo los retablos e imágenes y quemando cuantos objetos de culto encontraban a su paso, apoderándose de aquello de valor para su aprovechamiento, sin pérdida de tiempo pasaron a fincas de este término, incautándose de unas y robando otras, así como se apoderaron de ganados, granos y útiles de labor, quedándose por consecuencia de estos hechos vandálicos el pueblo en una situación lamentable.
Entre los edificios públicos y privados que fueron asaltados, incendiados o saqueados se informa lo siguiente: Que tanto la Iglesia Mayor, Convento, Ermita del Rosario del Campo y Ermita de San Adolfo de los baños de la Hedionda fueron asaltados, saqueados y destrozados todo lo que en ellas había, y en los edificios privados los fueron el Cortijo Cortesín que llevaba en arrendamiento D. Juan Jiménez Vázquez, Bodega de D. Juan Pérez, Clínica del Médico asesinado, D. José Laporte Verdaguez, Comercio de Dª Dolores Molina Pérez, que fueron saqueados en general y otros hechos perpetrados durante el dominio rojo, consistentes en peticiones de dinero, prendas y objetos a familiares de los detenidos y otras varias personas de orden.
Además estuvieron detenidos los vecinos Eladio Sánchez Rodríguez, Juan Mateo Romero, Joaquín Pérez de Vargas y Cristóbal Aguilar Avilés, los cuales fueron puestos en libertad por orden del Comité momentos antes de la liberación de este pueblo.
Casares a 28 de Noviembre de mil novecientos cuarenta
Sello Aytº de Casares. El Alcalde. El Secretario”.

Los hechos de Casares durante la dominación marxista podrían ser calificados, sin temor a exagerar, de un verdadero genocidio con todas las letras. Esta localidad costasoleña permaneció en poder republicano desde el 18 de julio hasta el 3 de octubre de 1936. Durante este corto periodo, en esta localidad se produjo una verdadera “limpieza ideológica” llevada a cabo por las huestes marxistas de la localidad, encabezadas por su propio alcalde.
Como veremos, los sucesos se han tergiversado de tal manera que supone una burla a la memoria histórica de los andaluces; por lo que en aras a la verdad, los datos deben ser analizados en su verdadera perspectiva y objetividad.
El lema que reza a las puertas de este pueblo: “Andalucía por sí para España y la humanidad” se convierte en un sin sentido cuando conocemos los hechos ocurridos en este municipio durante la guerra civil.
Mientras se ensalzan los valores de las discutidas teorías de Blas Infante, su familia fue literalmente masacrada en Casares por aquellos que, 40 años después, asociaron su nombre al de “el padre de la patria andaluza”. Casares fue protagonista de una de las más crueles represiones marxistas de la provincia. Los marxistas se llevaron la vida de 56 personas. Casi el cuádruple de víctimas que las ocurridas en Estepona, con casi el triple de población, donde los asesinados en manos marxistas no superaron el número de 15.
Los principales disturbios comenzaron a partir de las elecciones de febrero de 1936, en las que tras unos comicios más que dudosos se consagró el poder del recientemente constituido Frente Popular bajo los auspicios de Stalin. Casares para esa fecha ya era un verdadero bastión revolucionario con su alcalde, José Trujillano Caravante, a la cabeza.
El día 20 de febrero, tras las elecciones, comienzan los actos violentos en el pueblo; se lleva a cabo el asalto al Ayuntamiento con insultos y amenazas contra los concejales y personas allí presentes. A continuación las hordas de exaltados se dirigen a la Ermita de San Sebastián y proceden al saqueo de la misma. Retiran todos los Santos y objetos de culto y los trasladan a la Iglesia Mayor; convirtiendo la Ermita en un “centro obrero”.
Una vez conseguido, inician una campaña de intimidación contra las personas de orden que no comulgan con su ideología. Después acuerdan el asesinato del Secretario del Juzgado, señor López Trujillano, quien se ve obligado a huir del pueblo durante una temporada. La persona elegida para su asesinato fue el vecino Pedro Mancera Mena.
Pasados unos días, la Guardia Civil libera la Ermita y desaloja a los individuos que habían instalado allí su “centro de trabajo”. Permanecerá cerrada hasta el 22 de julio de 1936, cuando es abierta violentamente por las turbas para convertirla en calabozos donde encerraban a los detenidos, generalmente afiliados a partidos de derechas, aunque no siempre pues las represalias también se dirigían contra compañeros de partido o sindicato y vecinos susceptibles de ser tachados de “fascistas”.
Entre el 20 de febrero y el 18 de julio de 1936 se producen infinidad de huelgas agrícolas y coacciones contra los que se niegan a llevarlas a cabo. Este último día, por la noche, varias pandillas de marxistas se dirigen a los campos casareños para secuestrar a sus dueños y exigirles que se declaren en huelga general bajo amenazas de muerte.
Asimismo prohíben a los residentes encender las emisoras de radio, para no escuchar las noticias sobre la sublevación, bajo amenaza de morir ejecutados. Durante la madrugada comienzan los registros en los domicilios de personas de orden en busca de armas y objetos de valor.
Comienzan las detenciones y saqueos en domicilios y los incendios de objetos de culto de las iglesias; destruyendo retablos e imágenes. Inmediatamente estallan los asaltos e incautaciones de fincas.
Mientras en el pueblo reina un aspecto triste y lamentable, las turbas incendian el Cortijo Cortesín que estaba arrrendado por el vecino D. Juan Jiménez Vázquez; la Bodega de D. Juan Pérez; la clínica del médico, que después sería asesinado, D. José Laporte Verdaguer; el comercio de Doña Dolores Molina Pérez y otros edificios públicos y privados.
Al tiempo que se detenían a las personas de orden, a los familiares de los detenidos. se les exige dinero, objetos de valor, prendas de vestir etc.
El día de la liberación de Casares se encontraban detenidos los vecinos: Eladio Sánchez Rodríguez, Juan Mateo Romero, Joaquín Pérez de Vargas y Cristóbal Aguilar Avilés. Todos fueron puestos en libertad horas antes de la toma nacionalista que tuvo lugar el 3 de octubre de 1936.
En contra de lo publicado por Nadal, que cita sólo 34 los muertos acaecidos en Casares durante el dominio marxista, o por el casareño Benito Trujillano que los cifra en 36 como veremos, ambos se equivocan.
Las víctimas de la revolución marxista en Casares ascendieron a 56. En todo caso a un mínimo de 54 personas asesinadas durante el periodo marxista, que se prolongó por dos meses y medio, pero además aportamos ciertos datos inéditos de gran interés respecto a Blas Infante Pérez de Vargas “padre de la patria andaluza”. Como veremos su familia sufrió una verdadera masacre en Casares infringida por los republicanos, mientras que la clase política andaluza utiliza su nombre para ensalzarlo como símbolo de la represión franquista.

Relación de víctimas del marxismo en Casares:

D. Francisco Romero García. Natural de Casares. 38 años de edad. Propietario. Casado, sin hijos, con Doña Rosario Valadez Ledesma. Afiliado al Partido Radical. Detenido por un individuo apodado “Mancera” (Pedro Mancera Mena) y otros milicianos en la calle Villa nº 2, el día 21 de julio de 1936. Entre ellos se encontraba José Trujillano Caravante (el alcalde). Estos individuos entran en su domicilio con la escusa de buscar armas. Lo detienen por un período de 43 días y posteriormente es fusilado en El Castor (Estepona). Enterrado en Estepona.

D. Ildefonso Pérez Gavira. Natural de Casares. 28 años de edad. Casado con Doña Juana Parras Romero. Deja tres hijos de entre 6 y tres años. De profesión guarda forestal de Monte del Duque. Afiliado al Partido Radical. Es detenido en la casa del guarda en Monte del Duque por varios individuos entre los que se encontraban un tal Juan, conocido como “el Robao” y un tal Antonio apodado “el Cortesano” (Antonio Gutiérrez Borrego?) en agosto de 1936. Le roban 1.250 pesetas y lo sacan violentamente de la casa. Allí, delante de sus tres hijos le disparan y lo despeñan por un precipicio donde le rematan con saña. Una vez asesinado lo tiran a una charca. El cadáver apareció con la cabeza cortada. Uno de sus asesinos, Antonio “el Cortesano” huyó a Francia, del otro no se sabía su paradero. Enterrado en Estepona, asesinado en Casares.

D. Diego Ledesma Salas. Natural de Casares. 59 años de edad. Casado con Doña Antonia Pérez Romo (hermana de la madre de Blas Infante Pérez de Vargas). Es, por tanto, tío político del “padre de la patria andaluza”. Deja cuatro hijos. De profesión empleado, oficial 1º en el Ayuntamiento. Afiliado al Partido Radical. Le detiene, entre otros, un individuo apodado “el Tarre”, el día 24 de julio de 1936, en la calle Carreras. Fue maltratado moral y físicamente y trasladado a Marbella, donde fue ejecutado en el paraje conocido como El Pozuelo. Enterrado en Estepona.

D. Heliodoro Ledesma Salas. Natural de Casares. 48 años de edad. Casado, sin hijos, con Ana Gavira Sánchez.
De profesión empleado municipal. Secretario local del Partido Radical. El día 21 de julio de 1936, es detenido en su domicilio de calle Carrera nº 4, por un casareño conocido como “el Moricho” de nombre Miguel Mena Ocaña, que en 1941 estaba detenido en Pamplona y varios milicianos más. Se cree que le mataron en la cárcel donde estuvo detenido entre insultos y vejaciones. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Marbella en El Pozuelo. Entre los sospechosos de su muerte estaban el propio alcalde José Trujillano Caravante (huido a Francia), Juan Valadez Mena “el Pabuceno” (refugiado en la sierra) y un cabo de carabineros conocido como “el Bendito”. Enterrado en Estepona.

D. Antonio Moreno Macias. Natural de Algatocín (Málaga). 56 años de edad. Casado con Doña María Gavira Valadez. Deja seis hijos de entre 23 y 10 años. De profesión labrador. Afiliado al Partido Radical. El 21 de julio de 1936 le detienen en el Cortijo San Fernando de Casares un tal Miguel Gutiérrez Bravo, que seguía residiendo en el pueblo en 1941, y otros milicianos de la localidad. Trasladado a Marbella es fusilado en el paraje conocido como El Pozuelo. Enterrado en Estepona.

D. Emilio Gil Infante. Natural de Casares. 42 años de edad. Casado, sin hijos, con Doña María Molina Pérez. De profesión abogado. Jefe local del Partido Radical. Es detenido por unos desconocidos en la Fábrica de Harina de San Pablo, sita en este término municipal, el 18 de julio de 1936. Fue ejecutado en Marbella en el mismo paraje de El Pozuelo. Enterrado en Estepona.

D. Diego Jiménez Ramos. Natural de Benarrabá (Málaga). 34 años de edad. Casado, sin hijos, con Doña Isabel Ruiz Ahumada. De profesión labrador. No afiliado a partido político alguno. Le detienen en el Cortijo El Garvito, Casares, el 19 de julio de 1936, Francisco Bernal y otros que habían ya fallecido cuando se inicia la Causa General de Málaga. Fue golpeado y maltratado y posteriormente trasladado a Estepona, donde fue fusilado en algún paraje de dicho término municipal. Enterrado en Estepona.

D. Diego García Galiano. Natural de Casares. 66 años de edad. Casado, sin hijos, con Francisca Ledesma López. De profesión albañil y guardia civil retirado, actuando como Juez Municipal. Afiliado al Partido Radical. Fue detenido por un grupo de milicianos encabezados por Diego Blanco (Trujillano?) en el Molino la Albarrada de Casares el 19 de julio de 1936. Lo encierran durante mes y medio en la cárcel donde enfermó. Lo llevan a limpiar la Iglesia y acuerdan su asesinato. Lo ejecutan en el término municipal de Marbella. En julio de 1937 sus restos fueron hallados y trasladados al cementerio de esta localidad. Entre los sospechosos figuraba el propio alcalde José Trujillano Caravante que huyó a Francia. Enterrado en Estepona.

D. José Ramos Sánchez. Natural de Casares. 70 años de edad. Casado, y con una hija de diez años, con Doña Antonia Ramos Gutiérrez. De profesión labrador. Afiliado al Partido Radical. Es detenido en una finca de su propiedad, en el paraje casareño de Sierra Crestellina, por un tal Trujillo y “el Castel” Sánchez y otros, el día 19 de julio de 1936. Le registran en busca de armas y se lo llevan detenido. Le dicen a la esposa que pronto volvería. Durante el tiempo que estuvo detenido, en varias ocasiones, entraron en su domicilio para registrarlo. Su cuerpo fue hallado en un paraje del término municipal de Marbella. Enterrado en Estepona.

D. José Guerrero Pérez. Natural de Casares. 55 años de edad. Casado, sin hijos, con Doña Heliodora López Pineda. De profesión industrial. Afiliado al Partido Radical. Es detenido en su propio domicilio de calle Carreras el día 19 de julio de 1936, con la excusa de un registro por armas. Es conducido a la cárcel a las once y media de la mañana. Su mujer, que estaba llena de terror encerrada en su domicilio, no sabe el día exacto de su fusilamiento. Los autores de su detención fueron Felixiano Delgado y “el Castel” acompañados de varios desconocidos. Su cuerpo fue hallado en El Castor, término municipal de Estepona, el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.

D. Valerio Andrades Fernández. Natural de Casares. 66 años de edad. Casado, con una hija de 32 años, con Doña Isabel Romo Infantes. Propietario. Afiliado al Partido Radical. Es detenido en su propio domicilio, sito en calle Carreras nº 1, por un tal Felix apodado “el Bayo” el 19 de julio de 1936. Registran la casa en busca de armas y le llevan detenido a la cárcel. Allí le obligan a decir dónde esconde los cartuchos. Vuelve a su casa un tal “Mencera” en busca de los mismos. Su cuerpo fue hallado, ejecutado, en el término municipal de Marbella. De sus asesinos Félix “el Bayo” fue fusilado, el resto logró huir a Francia. Enterrado en Estepona.

D. Manuel Rodríguez Mateos. Natural de Genalguacil. 50 años de edad. Viudo de Doña María Urdas Calvente. Dejó huérfanos a cuatro hijos de entre 27 y 23 años. De profesión labrador. No se le conoce filiación política alguna. Residente en Casares en calle Camacha. Se desconoce quién lo detuvo. Apareció muerto en una finca de su propiedad sita en Peñas Blancas, Sierra Bermeja, en el término municipal de Estepona, el día 11 de octubre de 1936. En el pueblo se rumoreó que los asesinos fueron sus propios sobrinos: José y Antonio Rodríguez Alvarez (este último huido a Francia); acompañados de José López Moya, natural de Almería (Detenido en Málaga en 1940) y de otros cuyos nombres se ignoran. Los asesinos durmieron en el domicilio de un tal José, alias “el Octubre”, vecino de Genalguacil.
Del resto se desconoce su paradero. Enterrado en Estepona.

D. Juan López Trujillano. Natural de Casares. 62 años de edad. Viudo, sin hijos, de Doña María Ocaña Gavira. De profesión Secretario del Juzgado Municipal. Afiliado al Partido Radical y amenazado de muerte desde febrero del 36.
El 19 de Julio de 1936 le detienen, en su casa sita en la calle del Barrio Bajo nº 9 a las nueve de la mañana, Emilio Gil Mena; Félix “el Bayo”; Francisco alias “el Vinagre”, y otros. Uno de ellos pudo ser Antonio Gutiérrez Borrego, Presidente del Comité Central de Defensa de la República de Casares creado el 18 de julio.
Le sacan de su domicilio y lo trasladan violentamente a varias cárceles a manos de un tal
Acracio Mancera Mena. Su cuerpo fue hallado muerto en el paraje marbellí de El Pozuelo. Uno de sus asesinos, Emilio Gil Mena, fue detenido en Málaga; el tal Mancera huyó a Francia y el resto murieron pero no fueron fusilados. Enterrado en Estepona.

D. Juan Mateo Ocaña. Natural de Casares. 60 años de edad. Casado con Doña Natividad Romero Rojas. Deja dos hijos de 27 y 20 años. De profesión zapatero. Afiliado al Partido Radical. El 23 o 21 de julio de 1936, Manuel Gavira Román y otros, le sacan de su domicilio sito en calle La Fuente nº 59. Su cuerpo fue hallado muerto en el paraje de Marbella conocido como Las Chapas el 2 de septiembre de 1936.
Una vez asesinado, dos individuos llamados José Ruiz Valadez y Bartolo Ahumada Mena, visitaron el domicilio de la viuda exigiendo dinero bajo la amenaza de asesinar a toda la familia si se negaban. Enterrado en Estepona.

D. Jacinto Mateo Romero. Natural de Casares. 30 años de edad. Casado con Doña María Jiménez Ramos, quien trasladó su domicilio a Estepona. Deja dos hijos, uno de siete años y una hija de un mes. De profesión zapatero. Afiliado al Partido Radical. Fue alcalde durante la República. El día 21 de julio de 1936, le detienen en su domicilio, sito en calle La Fuente nº 59, Manuel Gavira Román y otros desconocidos. Su cuerpo fue hallado muerto en El Castor de Estepona el día 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.

D. Rodrigo Gil Pérez. Natural de Casares. 58 años de edad. Casado, sin hijos, con Doña Antonia Ocaña Pineda. Industrial. Afiliado al Partido Radical. Una partida capitaneada por Miguel Pineda Ocaña y un tal Marcelino Mena, le detiene en su domicilio de calle La Fuente nº 14, el 19 de julio de 1936. Le encierran en la cárcel donde enferma y no se le atiende médicamente. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Marbella. Enterrado en Estepona.

D. Pedro Romero García. Natural de Casares. 50 años de edad. Casado con Doña Ana Ruiz Romero. Deja un niño de 15 años. De profesión labrador. Afiliado al Partido Radical. Fue alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera, con la que colaboró el PSOE. El día 19 de julio de 1936 una partida, compuesta por Ofelio Mena Ortega; Acracio Mena Quirós; Antonio Gutiérrez; Diego Pérez Rodríguez “el Chícharo”, huido y muerto en Francia en 1970, y otros, le sacan de su domicilio sito en calle de La Villa nº 2. Le obligan a barrer las calles del pueblo entre insultos y amenazas. Su cuerpo apareció en el paraje esteponero de El Castor. Enterrado en Estepona.

D. Miguel Gil Quero. Natural de Casares. 57 años de edad. Viudo de Doña María Gavira Parras. Deja huérfana a una hija de 35 años. De profesión zapatero. Afiliado al Partido Radical. El 19 de julio de 1936, unos desconocidos le sacan de su domicilio en calle de La Plaza nº 13. Su cuerpo apareció en el paraje de El Castor en el término municipal de Estepona. Enterrado en Estepona.

D. José Pérez García. Natural de Casares. 54 años de edad. Casado con Doña Carmen Pérez Ocaña. Deja siete hijos de entre 27 y 8 años. De profesión industrial. Fue Alcalde con Acción Popular. El 16 de agosto de 1936, fue detenido, en su finca de La Latera, por una partida compuesta por: Juan Ocaña Fernández, Manuel Macias López, Salvador Gavira y Manuel Lucas “el Gordillo”. A la entrada de los nacionalistas el segundo huyó a la sierra, donde permaneció al menos hasta 1941. El primero fue detenido y se encontraba en la cárcel para esa fecha.
Fue sacado de su domicilio violentamente y trasladado a la cárcel donde permaneció diez y seis días sometido a toda clase de vejaciones. Su verdugo fue Manuel León “el Tarre” y otros cuyos nombres y apellidos se desconocen. En 1941 una tal Francisca, vecina de María “la Moña” de la calle del Monte, recibía correspondencia de este individuo. El cuerpo de José Pérez García fue hallado en el término municipal de Marbella. Enterrado en Estepona.

D. José Valadez Marín. Natural de Casares. 62 años de edad. Casado, con una hija de 21 años, con Doña Rosalía Pérez Postigo. Industrial. Sin filiación política. Detenido el día 21 de julio de 1936 en su domicilio, sito en calle del Barrio nº 25, por Acracio Mancera Mena y otros individuos desconocidos. Violentamente le conducen a la cárcel de donde saldrá el mismo día de su asesinato, el 2 de septiembre de 1936. Su ejecución se produjo en El Castor (Estepona), donde posteriormente sería hallado su cuerpo. También participó en su detención Andrés Rojas Vargas. Enterrado en Estepona.

D. Antonio Rojas Calderón. Natural de Casares. 52 años de edad. Casado con Doña María López Trujillano (hermana del asesinado Juan López Trujillano). Deja siete hijos de entre 27 y 10 años. Propietario. Afiliado al Partido Radical. Fue detenido el día 16 de agosto de 1936 en su finca Arroyo de la Vieja, en Casares. Sus captores fueron Juan Ocaña, Manuel León Uceda, José Tirado, Salvador Gavira, Francisco “el Vinagre” y Manuel Macias López. Su cuerpo fue hallado en el paraje esteponero de El Castor. Juan Ocaña llegó a enorgullecerse entre su familia, el mismo día de su asesinato, de haber sido él quien ordenara su detención para que lo fusilaran. Enterrado en Estepona.

D. José Laporte Verdaguer. Natural de Barcelona. 43 años de edad. Casado con Doña Antonia Gil Infante, en segundas nupcias, de cuyo matrimonio deja tres hijas de entre 15 y 13 años. De profesión médico. Sin filiación política alguna. Fue detenido, el 21 de julio de 1936 a las seis de la mañana en la Fábrica de Harina San Gil, por un numeroso número de personas. Entre ellas estaban el propio alcalde José Trujillano Caravante, Juan Gutiérrez López y Juan Valadez Mena “el Pabuceno”. Registraron su casa sin respetar a la mujer que aún dormía. Le sacaron del domicilio y le obligaron a barrer las calles y la Iglesia que era el lugar de residencia de los refugiados y cuadra para el ganado. Su cuerpo fue encontrado, nueve meses después, enterrado en la playa a dos kilómetros de Marbella, en El Pozuelo. Según testigos del pueblo, Pabuceno iba en la camioneta que lo trasladó al lugar de ejecución. En 1941 éste permanecía huido en la sierra.
En el pueblo se rumoreó que detrás de este asesinato estaba también José Trujillano Caravante, el Alcalde, quien había huido a Francia. Enterrado en Estepona.

D. José Rojas Carrasco. Natural de Casares. 46 años de edad. Casado con Doña Dominga López Pineda. Deja cinco hijos de entre 11 y 5 años. De profesión representante. Sin filiación política. Fue detenido en su domicilio sito en calle Molinos nº 5, el 19 de julio de 1936 por Germinal Mateos, quien sería herido y detenido en la sierra en 1941, encontrándose en la carcel. Según informes de Falange aportado por varios vecinos, en su detención participó Juan Quirós Doncel así lo afirmó también su hijo Andrés Rojas López; sin embargo en el mismo se indica que no hay “persona alguna que corrobore este hecho”. El cuerpo de José Rojas fue hallado en el término municipal de Marbella. Enterrado en Estepona.

D. Ignacio Pérez de Vargas Quirós. Natural de Casares. 40 años de edad. Casado con Doña Dominga Pineda Quirós, quien fijó su residencia en Algeciras. Deja un hijo de cuatro años. De profesión labrador. Su padre, Don Manuel Pérez de Vargas Romo, era hermano de Doña Ginesa Pérez de Vargas Romo, madre del “padre del andalucismo” Blas Infante Pérez de Vargas y, por tanto, primo hermano de éste. Sin filiación política. Fue detenido en el Cortijo de Capeli el 18 de agosto de 1936. Actuó como testigo de su muerte Victoria Pérez de Romo, tía carnal de Blas Infante y del vecino que nos ocupa. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Sus restos descansan en el cementerio de esta ciudad. Enterrado en Estepona.

D. Ignacio Pérez y Pérez de Vargas. Natural de Casares. 49 años de edad. Casado con Doña Gloria Horiuela Sevilla. Deja una hija de veinticinco años y un hijo de 18 años (asesinado en 1936). De profesión abogado. Fue detenido el 18 de julio de 1936. Su padre, Don Juan Pérez de Vargas Romo, era hermano de Doña Ginesa Pérez de Vargas Romo, a la sazón madre del “padre del andalucismo” Blas Infante Pérez de Vargas. Por tanto el líder andalucista es sobrino de este asesinado por los marxistas casareños. Como testigo de su asesinato, curiosamente actuó la hermana de la madre de Blas Infante: Victoria Pérez de Vargas Romo, tía carnal del asesinado y del propio Blas Infante Pérez de Vargas.
Sin filiación política. Fue sacado de una casa de Manilva y su cuerpo fue hallado en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.

D. Juan Pérez de Vargas Oriuela. Natural de Granada. 18 años de edad. Soltero. Estudiante. Primo del andalucista Blas Infante Pérez de Vargas. Hijo del también asesinado Ignacio Pérez y Pérez de Vargas.
Sin filiación política. El día 18 de julio de 1936 fue detenido en el cortijo casareño de La Bodega. En 1941 aún se desconocían los autores. Su cuerpo apareció en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.

D. Manuel Pérez de Vargas Romo. Natural de Casares. 70 años de edad. Viudo de Doña Sebastiana Quirós López y hermano de la madre de Blas Infante. Su hijo, Ignacio, de 40 es el que aparece arriba consignado. Deja dos hijos de 32 y 30 años. De profesión agricultor. Hermano de la madre del líder andalucista Blas Infante Pérez de Vargas y por tanto su tío carnal.
Fue alcalde por un partido de derechas. Es detenido el 21 de julio de 1936 en su casa de calle Molinos. En 1941 se desconocen los autores. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Estepona el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.

D. José Jiménez Ramos. Natural de Casares. 26 años de edad. Soltero. De profesión empleado. Sin filiación política. Fue detenido, el 22 de septiembre de 1936 en su domicilio de calle Juan Cerón nº 7, por los vecinos Ofelio Mena Quirós y José Ruiz Valadez, entre otros. Después de su paso por la cárcel fue asesinado. Su cuerpo fue hallado en el término municipal de Marbella, en El Pozuelo. Enterrado en Estepona.

D. Pedro Jiménez Ramos. Natural de Casares. 21 años de edad. Soltero. De profesión empleado. Sin filiación política. Fue detenido, el día 21 de julio de 1936 en su domicilio de calle Juan Cerón nº 7, por los vecinos Afelio Mena Ortega, José Blanco Trujillano y José Ruiz Valadez, entre otros. Ingresado en la cárcel es torturado y asesinado. Su cuerpo apareció en El Pozuelo (Marbella). Enterrado en Estepona.

D. José Jiménez Pineda. Padre de los dos anteriores. Natural de Casares. 66 años de edad. Casado con Doña Elvira Ramos Gavira, quien fijó su residencia en Estepona. Deja cuatro hijas. De profesión cartero. Sin filiación política. Fue detenido, el día 21 de julio de 1936 en su domicilio de calle Juan Cerón nº 7, por los vecinos Ofelio Mena Quirós y José Ruiz Valadez, entre otros. Cuando le detienen se encontraba enfermo. Es sacado violentamente de su domicilio bajo la escusa de un registro por armas. Es ingresado en la cárcel donde es torturado y posteriormente asesinado. Su cuerpo fue hallado a tres kilómetros de Marbella. Enterrado en Estepona.

D. Juan Aguilar Urda. 50 años de edad. Natural de Genalguacil. Industrial. Domiciliado en Casares en calle Fuente nº 12. Casado con Doña Catalina Avilés Gálvez. Deja cuatro hijos. Uno de ellos, Cristóbal Aguilar Avilés, permaneció en la cárcel hasta la llegada de los nacionalistas. Otros dos hijos José y Juan de 13 y 10 años respectivamente fueron testigos de su detención. Desaparecido y hallado el 2 de septiembre de 1936 en El Castor, Estepona. Al parecer sobrevivió a su ejecución en un primer momento, pero un vecino de Casares al conocer que había quedado con vida, le dio el tiro de gracia. Enterrado en Estepona.

D. Francisco Salas Pérez. Natural de Casares. De 44 años de edad. Casado con Doña Ana Gil Infante. Dejó una hija menor de edad. Vivía en la calle Plaza de Casares. Había sido alcalde durante la República. En los legajos del AHME (Archivo Histórico Municipal de Estepona) no consta información sobre su descendencia al pasarse del oficio nº 77 al 82. De profesión Industrial. Fue alcalde por elección popular en la primera legislatura de la II República. Sin filiación política. Sobre cómo ocurrió su detención, al pie del legajo del acta número 77, se indica que el 20 de julio de 1936 un vecino llamado Germinal Mateo Berenguer anunció, a voz pública, que se procediese a la detención de un vecino de nombre José, sin embargo la página siguiente no consta que debía de ser el legajo del acta nº 78. Por lo que desconocemos a quien se pretendía detener cuando se habla de D. José. Posiblemente D. Francisco Salas Pérez trató de oponerse a tal detención, por lo que él mismo fue detenido. Fue asesinado el 2 de septiembre de 1936. Su cuerpo fue hallado en El Castor, Estepona. Participó en su detención Juan Mena García. Enterrado en Estepona.

D. Agustín Martín González. Natural de Manilva. 57 años de edad. De profesión labrador. De filiación de derechas. Desaparecido el 2 de septiembre de 1936. Residente en el Cortijo Pacheco de Casares. Fue encontrado el día 23 de septiembre de 1936, acribillado a balazos en El Castor de Estepona. Uno de los autores de su asesinato fue Domingo Rojas Ruiz, quien se incautó de su finca “El Pacheco”. Participó en su detención José Pineda Ocaña y Leocadio Sánchez Jiménez. Enterrado en Estepona.

D. Cristóbal Jiménez Jiménez. 37 años de edad. Era natural de Igualeja. Residía en Cortijo Cortesín de Casares. Labrador. Filiación política de derechas. Desaparecido el 2 de septiembre de 1936. Fue hallado en El Pozuelo, Marbella. Enterrado en Estepona.

D. Juan Jiménez Jiménez. 34 años de edad. Labrador. Natural de Igualeja. Domiciliado en Cortijo Cortesín de Casares. Casado con María Luisa Aragón Pérez. Deja una hija. Filiación política de derechas. Desaparecido y muerto el 2 de septiembre de 1936. Enterrado en Estepona.

D. José Jiménez Jiménez. 26 años de edad. Natural de Estepona. Domiciliado en Cortijo Cortesín de Casares. Labrador. Filiación política de derechas. Desaparecido el 2 de septiembre de 1936. Fue hallado en el Castor de Estepona. Enterrado en Estepona.

D. Salvador Jiménez Jiménez. 24 años edad. Natural de Estepona. Domiciliado en Cortijo Cortesín de Casares. Labrador. Filiación política de derechas. Desaparecido el 2 de septiembre de 1936. Hallado en El Castor, Estepona. Enterrado en Estepona.
Un hermano de estos cuatro últimos asesinados, Antonio Jiménez Jiménez, fue objeto también de saña y persecución. Logró escapar de las hordas marxistas de Estepona refugiándose en Igualeja. Tenía 22 años y era estudiante. Había nacido en Estepona, donde le sorprendió el Alzamiento, pero residía en Algeciras. Tras la muerte de sus hermanos, en diciembre de 1936, se enroló en las fuerzas nacionales ubicadas en Ronda; el 22 de este mes y año se alistó en una escuadra de Falange con sede en La Línea de la Concepción, participando en la liberación de Estepona y en la toma de la capital por las tropas de Franco. Una vez liberada la capital volvió a Estepona donde tuvo una gran relevancia en la creación del SEU y en la organización de la Falange local.

D. Gregorio Rodríguez Sánchez. 65 años de edad. Labrador. Viudo de Doña Rosa Díaz Espinosa. Deja huérfanos a tres hijos. Filiación política de derechas. Desaparecido y muerto el 2 de septiembre de 1936 en El Pozuelo, Marbella. Fue encarcelado tras quedar en libertad su hijo Antonio Rodríguez Díaz el 10 de agosto de 1936, quien había permanecido en la cárcel desde el día 19 de julio de ese año. Enterrado en Estepona.

D. Julián Fernández Cano. Se desconoce su edad. De profesión Alguacil. De filiación izquierdista. Fue asesinado en agosto de 1936, su cadáver fue encontrado en el Río Genal. Se cree que no era de la comarca. Aunque un informe de la Guardia Civil del Puesto de Casares, con fecha 11 de enero de 1942, informaba a los instructores de la Causa General que un vecino de dicha localidad llamado Manuel Quero Gil, con domicilio en Calle Carrera, podía ser un testigo “de un modo cierto” al que le constase el autor o autores de su asesinato.

De estas treinta y nueve víctimas inocentes, 36 casareños fueron enterrados en Estepona en un panteón común presidido por una inscripción en recuerdo a la memoria de estos mártires de la revolución en Casares. Esta placa fue retirada por Antonio Murcia a su llegada a la alcaldía en 1979 por el Partido Comunista.
El resto de los ejecutados, identificados, durante la dominación marxistas de Casares son:

Ramos Hitos, además incluye entre los asesinados en Casares, a su cura párroco D. Antonio Vallejo del Valle y al guardia civil D. Elalio Pérez Pérez.
Según un informe de F.E., de 1939, otro fallecido fue el vecino natural de Estepona y residente en Casares D. Antonio Rodríguez Díaz. En su detención intervino el casareño Antonio Cáceres Galiano.
A estas muertes identificadas, que hacen un total de 42, hay que sumar las de Miguel Bermejo, su esposa y cuatro hijos de corta edad en el paraje de Sierra Utrera, cuyos autores se desconocen. por lo cual las muertes identificadas ascienden hasta el momento a 48 víctimas. A 28 de noviembre de 1940 no constaban sus inscripciones en el Registro Civil de Casares ni se conocían los autores de este crimen.
Como vemos 9 familiares de Blas Infante fueron asesinados y uno permaneció preso hasta la caída del pueblo. De los cuatro hermanos Jiménez Jiménez, sus padres, residentes en Algeciras aunque naturales de Estepona, no pudieron declarar al no haber sido testigos de los asesinatos. Pero sus inscripciones se efectuaron. Respecto al resto de estas víctimas suponemos que no pudieron encontrarse allegados testigos de su detención y muerte. Aunque de todas ellas, en concreto, se llegaron también a identificar a sus autores. De ellos, algunos lograron huir, como el alcalde José Trujillano Caravante, principal instigador del pueblo y responsable del alto número de crímenes en una localidad de unos 5.000 habitantes. Otros fueron ajusticiados por Consejos de Guerra y el resto sancionados por los Tribunales de Justicia.
Algunos hoy quieren presentarlo como paradigma de la “lucha por la libertad” y se lamentan de su olvido. Como veremos más abajo.
Tragedia del Río Genal.

Pero además los documentos estudiados revelan que al menos un total de otras ocho víctimas fueron asesinadas por vecinos de Casares, o la comarca, en el Río Genal en un episodio que se conoció como “la tragedia del Río Genal”. Estas son: por un lado tres miembros de etnia gitana hallados en este río en el término municipal de Casares muertos a manos del casareño José Gil García: Doña Antonia Heredia Molino, Doña Catalina y D. Antonio Santiago Campos. Así como otras tres en el mismo lugar que las anteriores. Según afirmaciones del citado José Gil éstos fueron asesinados al no obedecer su orden de “Alto”. Otros dos hermanos de la primera víctima fueron heridos en el tiroteo que se entabló.
Además de dos asesinados más cuyos nombres, apellidos, edad y filiación aún se desconocían en 1941, según documentos oficiales consultados. Estos dos últimos crímenes se cometieron por unos extremistas desconocidos a las puertas de la cárcel, sita en calle Carreras. Lo que nos da una cifra de 56 las víctimas de la represión marxista en Casares en sólo dos meses y medio de dominación. Si bien estos dos últimos casos pudieron tratarse de D. Antonio Vallejo del Valle y del guardia civil D. Elalio Pérez Pérez, contabilizados por Ramos Hitos aunque no lo podemos confirmar. En cuyo caso la cifra ascendería a 54.
Todas ellas fueron ejecutadas por extremistas casareños, y por los miembros de las patrullas de los comités republicanos.
Resulta, pues, que los asesinatos cometidos en el término de Casares ascienden a 19, el resto hasta 56, o sea 37 cuerpos fueron hallados fuera del término de Casares y 36 de ellos enterrados en Estepona, contradiciendo lo que hasta ahora se había publicado por parte de Antonio Nadal y Benito Trujillano, entre otros, afirmando que ninguna de las muertes de casareños habían tenido lugar en el pueblo, al tiempo que cifraban el total de las mismas en 34 o 36 respectivamente.

Muertos en el término municipal de Casares, 19:

1 en Monte del Duque. Ildefonso Pérez Gavira, enterrado en Estepona junto a 35 de los 37 casareños que murieron en Estepona y Marbella.
6 en Sierra de la Utrera. Una familia entera. Marido, Miguel Bermejo, mujer y cuatro hijos.
2 en las puertas de la cárcel (sin identificar). Aunque puedan tratarse de los anteriormente mencionados según Ramós Hitos
1 en el Río Genal. D. Julián Fernández Cano.
2 el cura párroco D. Antonio Vallejo del Valle y el guardia civil D. Elalio Pérez Pérez.
6 Río Genal Familia de etnia gitana de la Línea y tres más no identificados.
1 En Casares. D. Antonio Rodríguez Díaz Natural de Estepona.

De los 37 restantes hasta el total de 56, 18 fueron asesinados en el término municipal de Estepona y 19 en el de Marbella. 36 de se encuentran enterrados en Estepona en un panteón en su memoria frente a la entrada principal del cementerio viejo. Sus familiares no quisieron enterrarlos en el pueblo donde vivían quienes los habían ejecutado y la mayoría de estas familias abandonaron Casares. Algunos de sus familiares volvieron pasados algunos años a su pueblo natal.
De los dos asesinados en la cárcel, aún en 1941 se desconocían sus identidades. Pero el lugar donde fueron asesinados, en pleno pueblo, nos indica que las autoridades locales (Comité de Guerra o Comité Central de Defensa de la República, órgano de depuración ideológica) estaban informadas; por eso los incluimos entre los crímenes cometidos contra sus propios paisanos en Casares, aunque éstos fuesen foráneos.
Alguno de los 7 asesinados en el término de Casares (Río Genal) se asocia también al miliciano Antonio Río Jarillo, de Benarrabá, quien en 1941 estaba preso en Málaga por éstos y otros asesinatos. Lo que no quiere decir que el Comité de Guerra casareño no estuviese informado. Éstos asesinados en Casares, seguramente sí fueron enterrados en Casares, aunque no podemos asegurarlo pues en el caso de la familia gitana parece que eran naturales de La Línea de la Concepción y tomaron residencia en Algeciras.
Por tanto, según los documentos citados en los que nos basamos, contrastados además con variada bibliografía relacionada, se puede establecer que la cifra de muertos documentados durante la dominación marxista en Casares se eleva a 56, de los que 19 fueron cometidos en su propio término municipal en contra de lo que hasta ahora se había publicado. Estas víctimas, al contrario que las del periodo nacionalista, no disponen de ningún monumento en Casares en recuerdo de su memoria. De hecho, del panteón donde 36 de ellas son recordadas en Estepona, fue retirada la placa que honraba su memoria por el alcalde comunista de Estepona Antonio Murcia, en 1979.

Responsables de la represión marxista. Justicia nacionalista.

Estas cifras difieren significativamente de las aportadas por el investigador local Benito Trujillano que enumera el total de las muertes de la dominación marxista en la localidad en 36, frente a las 44 producidas por el bando nacional. Además, al contrario de como también afirma Trujillano, no todos fueron cometidas fuera del término municipal casareño, 19 de ellos tuvieron lugar en la localidad y en su término municipal. Da la impresión de tratarse de un intento de manipulación de la Historia; haciendo parecer ante el lector incauto que en Casares no hubo represión marxista y que fueron otros venidos de fuera los autores de los crímenes.

Algunos de los responsables y sospechosos de estos asesinatos los citamos en la relación de descripciones de los crímenes consignados en Casares; en otros casos, curiosamente, los informes de Falange no constan entre los legajos a pesar de hacer referencia a ellos.
No incluye esta relación a los responsables de saqueos o registros domiciliarios de los Comité de Abastos, limitándonos exclusivamente a quienes estuvieron relacionados con las detenciones o asesinatos. Los líderes del genocidio casareño fueron:

Teodora Mena Ortega “la Baya”. Afiliada a la FAI. Actuó de miliciana en el Comité de Casares. Huyó del pueblo y volvió, al parecer, en 1940.

Diego Pérez Rodríguez “el Chícharo”. Cuñado de José Trujillano Caravante (alcalde de Casares al inicio de la sublevación). Días antes de la toma de Casares huyó hasta Barcelona donde se hizo carabinero de sanidad.
Huido a Francia el 31 de enero de 1939. Autor de detenciones y responsable directo o indirecto de varios asesinatos contra sus convecinos, concretamente existe documentación que prueba su participación en, al menos, uno de ellos: el de D. Pedro Romero García.
El Chícharo” aparece homenajeado por Benito Trujillano en su “estudio histórico” sobre Casares. Murió en Francia el 9 de junio de 1970 a la edad de 66 años.

Manuel Rojas Mena. Fue detenido en Gaucín. Implicado en varios registros y detenciones.

Pedro Mancera Mena “el Mancera”. Natural de Casares. Huido a Francia. En 1940 se le imputaba la detención y muerte del cartero D. José Jiménez Pineda.

Acracio Mancera Mena. Huido a Francia.

José Trujillano Caravante. (Alcalde socialista de Casares). Organizador de las patrullas de Casares. Los testigos de la Causa General le acusan de un mínimo de cuatro asesinatos. Ingresó en el Cuerpo de Carabineros en Diciembre de 1936, tras huir de Casares con la toma naciolista. Con el avance nacionalista huye a Francia. Según testigos presenciales en declaraciones a la Causa General de Málaga participó en, al menos, cuatro asesinatos de casareños: D. Francisco Romero García, D. Heliodoro Ledesma Salas, D. José Laporte Verdaguer y D. Diego García Galiano.
En varios de sus asesinatos iba acompañado de “El Pabuceno”. Trujillano Caravante a pesar de las acusaciones que pesan sobre él y de las que nunca rindió cuentas, figura como homenajeado y luchador por la democracia y las libertades en una reciente biografía del casareño y descendiente: Benito Trujillano.
Aparece también como luchador por los valores “democráticos” en la página de internet, todoslosnombres.org, encargada de la recuperación de la memoria histórica republicana, o sea de la mitad de la memoria histórica española. En ningún lado de dicha web aparece el número de asesinatos que cometió contra sus propios vecinos. Murió en Francia a la edad de 59 años en 1962.

Antonio Gutiérrez Borrego. Presidente del Comité de Salud Pública y del Comité Central de Defensa de la República de Casares. Se incautó de la Clínica del médico asesinado D. José Laporte Verdaguer y participó en la detención del asesinado D. Juan López Trujillano. En 1940 permanecía huido, pero como si de una broma de la Historia se tratara; este sujeto sobrevivió y estuvo en el entierro de José Trujillano Caravante, donde le dedicó unas palabras recogidas en un libro y de las cuales se hace eco Benito Trujillano en sus escritos sobre la memoria histórica casareña
:
En su entierro civil tomo la palabra Antonio Gutiérrez Borrego:
"¡Compatriotas y amigos! Agradecido a todos los que habéis tenido el gesto solidario de
acompañarnos. Nos queda el consuelo que José Trujillano Carabante, socialista español,
casareño y antifascista no sólo está presente en nuestros pensamientos, sigue estando a
nuestro servicio, porque sus principios de lucha de los trabajadores son insustituibles y serán
siempre de actualidad, mientras exista la sociedad capitalista. ¡Nunca te olvidaremos! Hasta
siempre compañero de ideas y lucha". (Los olvidados, Antonio Gutirrez Borrego, Casares
1977).”

todoslosnombresJosé Trujillano Carabante.pdf

José Borrego Moreno. Cenetista. Participó en la detención de los asesinados Manuel Pérez Romo (tío hermano del “padre de la patria andaluza” Blas Infante Pérez), Jacinto Mateo Romero y Pedro Romero García. Huyó tras la liberación de Casares y detenido en 1940.

José Carrasco Salas. Cenetista. Fue uno de los autores de la destrucción de la torre de la Iglesia de San Sebastián y uno de los principales agitadores marxistas según denunció la hija de uno de los asesinados, María Rojas López. Participó en la saca de los presos la noche que fueron asesinados. Huyó del pueblo en 1936 y detenido en 1940.

Antonio Gutiérrez Delgado. De tratarse de “El Cortesano” estaría detrás del cruel asesinato del guarda jurado D. Ildefonso Pérez Gavira en Monte el Duque. Estuvo durante un tiempo refugiado en Arroyo La Jordana.

Pedro Ríos Pérez. Miembro del Comité de Sanidad, que detuvo al médico asesinado José Laporte Verdaguer, apoderándose de su clínica. Fue detenido por los nacionalistas en Lérida. Un informe de 1940 daba cuenta de un expediente seguido contra él. Solía actuar con Antonio Guerrero Borrego, presidente del Comité Central.

Miguel Gutiérrez Bravo. En 1941 seguía viviendo en Casares, según una testigo, y curiosamente no se encuentra entre los fusilados por los franquistas en este pueblo, según la relación que más abajo exponemos.

José Rodríguez Alvarez.Natural de Genalguacil. Sospechoso de matar a su propio tío D. Manuel Rodríguez Mateo.

Antonio Rodríguez Alvarez. Hermano del anterior e igualmente sospechoso del asesinato de su propio tío D. Manuel Rodríguez Mateo. De Genalguacil. Huido a Francia.

José López Montoya. De Almería. Detenido en Málaga en 1940.

Emilio Gil Mena. Detenido en Málaga.

Manuel Gavira Román.

Bartolo Ahumada Mena.

Benito Ahumada Fernández. Autor directo de la detención del asesinado Agustín Martín González. Huyó de Casares tras la liberación por las tropas de Franco, volvió tras la toma nacionalista de Málaga y huyó a la sierra donde permaneció tres años hasta que en 1940 fue detenido por la Guardia Civil. Su hermano Manuel figura entre los fusilados por Franco en Casares el 6 de mayo de 1937.

Miguel Pineda Ocaña.

Acracio Mena Quirós. Hermano de Catalina Mena Quirós, fusilada en Arroyo Marín.

Juan Ocaña Fernández. 45 años de edad en 1939. Natural y vecino de Casares con domicilio en Barrio Bajo. Fue escopetero e intervino en las detenciones de los vecinos posteriormente asesinados por orden del Comité Central: Antonio Rojas Calderón y José Pérez García.Huyó del pueblo antes de la ocupación nacionalista en octubre de 1936 y volvió tras la “liberación total”.
Detenido al volver a Casares. Según dijo tras su detención tuvo que afiliarse a la Sociedad obrera de Defensa del Trabajo de Casares para que le dejaran trabajar.

Juan Quirós Doncel. Este hombre fue acusado por el hijo del asesinado José Rojas Carrasco de ser uno de los que detuvieron a su padre: Antonio Rojas Calderón.

José Pineda Ocaña. Huyó de Casares con la toma nacionalista y volvió en 1939. Participó en la detención de Agustín Martín González que posteriormente sería asesinado. Fue detenido en Gaucín, según un informe de ese mismo año.

Manuel López Ortega. Anarquista. Participó en la detención de varios vecinos, según un informe de 1940.

Manuel Macías López.

Manuel Lucas “el Gordillo”.

Manuel León “el Tarre”. Posiblemente se trate de Manuel León Uceda citado también entre los responsables de la revolución en Casares. Si bien existen otras referencias a “el Tarre”. Huido. En 1941 una vecina llamada Francisca recibía correspondencia de él.

José Tirado.

Salvador Gavira. Así es citado por los testigos de la Causa General, pero desconocemos si se trata de Gavira Mena cuyo nombre aparece entre los fusilados por Franco el día 6 de Mayo de 1937, o Gavira Román que, en ese caso, sería hermano de Manuel Gavira Román, uno de los cabecillas de la revolución en Casares, autor de la muerte de los vecinos D. Juan Mateo Ocaña y D. Jacinto Mateo Romero, entre otros.

Marcelino Mena.

Francisco Bernal Ramírez. Natural de Casares. Se le acusaba de la detención y muerte de D. Antonio Rojas Calderón. En 1940 permanecía en paradero desconocido.

Francisco Mateo Bernal. Ugetista. Tesorero del Comité de Casares. Fue nombrado delegado en el Partido de Rio Genal, donde ordenaba a los milicianos incautarse del ganado existente en la zona. Montó su sede en la Venta de los Nogales. Incautó reses al vecino de Casares José Moreno Gavira. Huyó del pueblo con la toma nacionalista. En 1940 un informe de Falange daba cuenta de él respondiendo a la petición de un Juzgado de Estepona.

Juan Gutiérrez López.

Germinal Mateo Berenguer. Detenido en la sierra en 1941. Procesado en la Causa General por varios asesinatos contra sus convecinos. Se le imputó la detención y muerte del zapatero D. Jacinto Mateo Romero quien fuera alcalde de Casares con un gobierno de derechas.

Juan Valadez Mena “el Pabuceno”. Natural de Casares. En 1940 permanecía huido. Formó una partida de bandoleros compuesta, entre otros por, un tal “Lezno”, Manolo “el Rubio” y Remigio “el Asturiano”. Merodeó por la sierra después de la toma de Casares y fue visto en una ocasión por Ana Gutiérrez Delgado, esposa del fusilado Juan Mena Valadez “alias el Raspa”, en el Cortijo La Alcabaleta de este término municipal, según Benito Trujillano. Se le acusaba de la detención y muerte de D. Juan Mateo Ocaña. En su “estudio sobre la memoria histórica casareña”, Benito Trujillano omite los actos en los que participó durante la dominación marxista y lo califica de “anarquista y guerrillero de Casares”.
Ana Gutiérrez Delgado Casares, 1893-1974
Autor: Benito Trujillano Mena. Investigación Memoria Histórica Casareña. (PDF) p.3

Manuel Valadez Mena. Hermano de “El Pabuceno”. Huido en principio el 3 de octubre, regresó a Casares tras “la liberación total”. Fue detenido en Gaucín, según un informe de 1939. Destacado anarquista del pueblo participó o fue testigo de muchos de los asesinatos de la dominación marxista en Casares. Especialmente fue testigo o coautor de los asesinatos de los 36 primeros asesinatos; pues la noche que los sacaron de la cárcel fue él quien se encargó de abrir la prisión y sacar a los detenidos. Desde su vuelta y hasta su detención “observó buena conducta”.

Miguel Mena Ocaña “el Moricho”. En 1941 detenido en Pamplona.

Ofelio Mena Quirós.

José Ruiz Valadez. Cenetista. Participó en la detención de al menos tres personas que después fueron asesinadas: D. José Jiménez Pineda y sus hijos D. José y D. Pedro Jiménez. Huyó el 3 de octubre de 1936 (toma nacionalista) y en 1940 parece que volvió a tenor de un expediente que se abre contra él.

Blas Infante López. Concejal de I.R Izquierda Republicana en 1936 y maestro de profesión. Detenido. Procesado en la Causa General. Al volver a Casares en 1940 fue acusado por varias de las viudas de ser responsable de todos los actos horrendos que se cometieron en Casares. Se le acusa de haber sido asesor del Comité casareño y de no haber hecho nada para evitar los crímenes que se cometieron. Además de robo de varias cantidades de dinero a vecinos del municipio. En 1940 se le imputaba la muerte de D. José Rojas Carrasco.

Fº Floria Ledesma. Natural de Casares. Se le imputa la detención y muerte de D. José Guerrero Pérez. En 1940 permanecía huido.

Fº Mena Ortega “el Bayo”. Huido. Posiblemente detenido en S. Roque. Existen legajos, que hacen referencia a informes sobre su persona en el AHME de Falange a instancias de un juez de San Roque pero, curiosamente, éstos no aparecen, al menos entre la documentación que hemos analizado. Se le imputaba la detención y muerte de D. Miguel Gil Quero.

Juan Mena García.

Afelio Mena Ortega “El Bayo”. Agitador anarquista. Uno de los individuos más peligrosos de la represión casareña. Huido de Casares, posteriormente fue detenido en La Línea de la Concepción, a mediados de julio del 39, finalizada la guerra. Participó en los destrozos de la iglesia y en la destrucción de sus imágenes que fueron despeñadas en una conocida peña casareña; así como en casi todos los registros y detenciones de los primeros días del Alzamiento. Era jefe de una patrulla formada por varios vecinos más de Casares. Organizó un entierro al estilo comunista. Fue el organizador y alentador con saña de las muertes o de las detenciones de los 36 primeros detenidos en la cárcel y que fueron posteriormente asesinados por patrullas de la FAI a las que animó para que los ejecutaran. Decía en el pueblo que habían ido de viaje. Con martillo y cincel se dedicó a quitar de las fachadas el Sagrado Corazón que había en las puertas de las casas de las familias religiosas. Se le imputaba la detención y asesinato de D. Emilio Gil Infante.

Cristóbal Parra Cerón. Natural de Casares. Se le acuasaba de la detención y muerte de D. Manuel Pérez de Vargas Romo (familiar directo del líder andalucista Blas Infante Pérez). En 1940 permanecía huido.

Cristóbal Tocón Ruíz. Tomó parte en la detención de vecinos que luego fueron asesinados según un informe de 1940.

Andrés Pérez Gil. Natural de Casares. En 1940 se encontraba detenido. Se le acusaba de la detención y muerte de D. Ignacio Pérez de Vargas Quirós (familiar directo del líder andalucista Blas Infante Pérez).
Andrés Rojas Vargas.

José Pérez Jiménez. Natural de Casares. En 1940 permanecía detenido. Se le acusaba de la detención y muerte de D. Francisco Salas Pérez, quien fuera alcalde al proclamarse la República.

Manuel Castaño López. Natural de Casares. En 1940 permanecía huido. Se le acusaba de la detención y muerte del guardia civil retirado D. Diego García Galiano.

José Cáceres Galiano. Natural de Casares. En 1940 había sido sancionado. Fue miembro del Comité Central de Casares, donde se fraguaron los 36 primeros asesinatos de personas de orden. Huyó a la llegada de las tropas nacionalistas y fue detenido en Gaucín en 1939. Había participado en la detención y muerte de D. José Pérez García, quien había sido alcalde durante el primer gobierno de derechas de la República.

Diego Floria López. Detenido en Málaga en 1939. Mató a tres vecinos. Participó en la destrucción de las imágenes de la Iglesia y en los registros y detenciones de sus convecinos. En 1940 se le imputaba la muerte de D. José Ramos Sánchez.

Agustín Valadez Romero. Participó junto con el anterior en la muerte de esos tres vecinos.

José Gil García, alias “Tejerina o Vinagre”. Huido de Casares con la toma nacionalista y detenido en Gaucín en agosto de 1939. Autor, junto a otros, de las muertes de la familia de etnia gitana ocurridas en el Río Genal. Parece que acabar con miembros de este etnia era su obsesión. Un hermano de éstos asesinados pudo huir tras refugiarse en casa de Diego Moreno Mena. En el momento de su detención existía una denuncia, del hermano de una de las fallecidas, contra él en los juzgados de La Línea. Se le acusaba también en 1940 de la detención y muerte de D. José Jiménez Ramos.
De ese mismo año, de 1939, existe otro informe de Falange referido a un tal José Gil García, apodado “El Vinagre”, en el que curiosamente se le califica de persona que observó buena conducta, no teniendo ninguna acusación por parte de los vecinos de Casares.

José Blanco Trujillano. Natural de Casares. En 1940 permanecía huido. Se le acusaba de la muerte del que fuera alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera D. Pedro Jiménez Ramos.

Francisco Gil “el Vinagre?”. Muerto.

Diego Blanco Trujillano. Fusilado el 17 de febrero de 1937. Autor o co-responsable junto a José Trujillano Caravante de la muerte de D. Diego García Galiano.

Antonio Rojas Ruiz.

Antonio Ruiz Mateo. Volvió a Casares después de “la liberación total”.

José Ortega Gil.

Francisco Ordoñez León. Miembro del Comité Central. Participó en el saqueo del comercio de la Sta. Dolores Molina Pérez. Huyó pero volvió tras la liberación de Málaga, siendo detenido.

Bartolomé García Rodríguez. Cosiderado elemento muy peligroso, participó en la detención de varios vecinos de Casares que luego fueron asesinados, entre ellos la del médico D. José Laporta Verdaguer. En 1939 estaba siendo encausado en Gaucín.

Joaquín Ruíz Díaz. Uno de los más exaltados revolucionarios de Casares. Participó en el saqueo de San Martín del Tesorillo y en el ataque a San Roque que permanecía en poder nacionalista. En 1939 estaba siendo encausado en Gaucín.

Francisco Tocón González. Cenetista. Huyó de Casares con la toma del pueblo el día 3 de octubre. En 1940 figura un informe sobre él. Posiblemente volvió por esa fecha. Parece que dos de sus hermanos fueron fusilados por las tropas franquistas. Participó en la detención del que luego sería asesinado D. Ignacio Pérez de Vargas (familiar directo de Blas Infante Pérez de Vargas).

Antonio Río Jarillo. Cabecilla miliciano de Benarrabá. Coautor de la masacre del Río Genal.

Antonio Cáceres Galiano. Uno de los once que intervinieron en la detención y muerte de D. Antonio Rodríguez Díaz. Tras huir de Casares con la toma nacionalista estuvo en Estepona como refugiado y residió en una finca del Arroyo el Velerín, propiedad de D. Antonio Partal Mateo, trabajando haciendo carbón y sin levantar sospechas sobre sus actividades políticas en Casares. Con la liberación de Estepona el 14 de enero del 37 huyó del pueblo, regresando después tras la “liberación total”, según consta en informes de Falange para la Causa General.

Leocadio Sánchez Jiménez, alias “Jabonero”. Participó en la detención del asesinado D. Agustín Martín González en el Cortijo Pacheco en presencia de sus hijos y del porquero Manuel Gil García, alias el “Vinagre” (hermano del extremista José Gil García). Huyó del pueblo tras la toma nacionalista y volvió tras la conquista de Málaga por las tropas de Franco en 1937, llevando desde entonces una “buena conducta”, según un informe de Falange. Fue detenido en Gaucín en 1939.

Manuel Martínez Pérez. Escopetero. Hizo guardia la noche que sacaron a los presos de la cárcel para asesinarlos, e intimidó a sus familiares para que no salieran de sus casas mientras eran sacados del pueblo. Fue detenido en Gaucín en 1939.

Juan Holgado Ocaña. Isabel Ruíz Ahumada, viuda de uno de los asesinados, lo acusó en 1940 de participar en la detención de su esposo antes de ser asesinado.

Diego Doncel Quirós, alias “Rosita chico”. 27 años de edad. Natural y vecino de Casares. Con domicilio en calle Arrabal. Afiliado a la C.N.T. Prestó servicios con armas y se cree que participó en todos los sucesos ocurridos en esta población durante la dominación marxista. Que se sepa intervino al menos en el registro de la casa de Ana Sánchez Gavira incautándose de la escopeta con la que haría sus servicios. Huyó al ser liberada Casares. Regresó tras la “liberación total”.

El “Sánchez”.

El Castel”.

El Trujillo”. Puede tratarse del conocido como “Trujillo” miembro integrante de la partida de Pedro López, alcalde anarquista de Montejaque.

Juan “el Robao”.

Feliciano Delgado.

Félix “el Bayo”. Muerto.

El Bendito”. Cabo de Carabineros. No lo podemos afirmar pero pudiera tratarse de Luis Bendito Domínguez, sobre el cual un juzgado, creemos que de Málaga, solicitó información a la Falange esteponera en julio de 1936, respondiendo ésta que se desconocía totalmente en el pueblo a este individuo.

Antonio “el Cortesano”. Desconocemos si puede tratarse de Antonio Gutiérrez Delgado, cuñado de Juan Mena Valadez “alias el Raspa”, fusilado el 17 de febrero del 37 en Casares.

Ejecutados tras la toma de Casares por los nacionalistas.
Esta relación de 78 extremistas, anarquistas y agitadores marxistas que extendieron el caos en el municipio de Casares, son los responsables directos o indirectos de los 56 asesinatos cometidos en el pueblo. La relación está confeccionada de los documentos y declaraciones de los testigos en la Causa General de Málaga, no menciona a todos los cómplices que participaron en dichos crímenes, pues los familiares de sus víctimas desconocían sus nombres y apellidos. No obstante un mínimo de 15 cabecillas artífices de la sublevación huyeron de España dejando su tierra, el municipio de Casares, teñida de sangre inocente. De hecho muchos de los fusilados por Franco en 1937 darían la vida por aquellos que huyeron. Tal es el caso, entre otros, de un hermano del ex-alcalde José Trujillano Carabante, llamado Francisco.
Casi todos eran afiliados a la C.N.T y la F.A.I., hubo otros muchos afiliados a partidos de izquierdas que no incluimos en esta relación pues, al parecer, según informes de F. E para la Causa General su conducta no revistió gravedad contra sus convecinos, a pesar de que muchos de ellos hicieron servicios de armas.
En cada detención y posterior ejecución estaban presentes cinco o más individuos miembros del Comité Republicano local. En algunos casos asistían grupos diez o veinte cuyas identidades, en la mayoría de los casos, se desconocían en el pueblo; prueba evidente de que se trataba de miembros de patrullas de la FAI o CNT venidos principalmente de Málaga.
En Casares, en 1936, había 200 afiliados a la CNT; otros tantos a la UGT, etc. Es decir, cerca de 1000 personas estaban afiliados a partidos de izquierdas. De los que, al menos 300 se hicieron con el poder durante la dominación marxista encabezada por su propio alcalde.
Si como afirma Benito Trujillano, en Casares la cifra total de fusilados ascendió a 44 y ninguno de ellos durante la posguerra (exceptuando los encarcelados por la Causa General en espera de proceso, oportunidad que no tuvo ninguno de los casareños asesinados por los marxistas), se puede concluir pues que, tras la toma del pueblo en octubre de 1936, no se produjo en Casares ninguna represión contra los casi mil afiliados de izquierdas y sus familias, sino que se aplicó la Justicia de guerra sólo en aquellos que habían cometido crímenes en el pueblo contra la población civil y/o contra los que, de alguna u otra forma, fueron cómplices por negarse a dar información sobre los autores. Y aún así las ejecuciones marxistas superaron en doce personas a las de los nacionalistas.
Como era de esperar la “Justicia nacionalista” no tardó en aplicarse y tal vez muchos de los ajusticiados (44 hombres y mujeres) no fueron los responsables directos pues casi todos los cabecillas se habían cubierto bien las espaldas huyendo a “la mínima de cambio”. Así pues, seguramente, muchos pagaron con su vida los crímenes cometidos por sus familiares.
Cuando llegan las tropas nacionalistas a Casares, la revolución tenía al pueblo sumido en la miseria y su estado era lamentable. Sólo cuatro o cinco familias permanecían en todo el término municipal no sólo en el pueblo.
Numerosas familias catalogadas de derechas se vieron obligadas a huir al estallar la represión marxista. Con la llegada de los nacionalistas a principios de octubre de 1936, se invierten los términos y ahora son las familias izquierdistas las que huyen. Se inicia por parte de Queipo de Llano la depuración de los crímenes cometidos en esos dos meses y medio transcurridos.
Analicemos, pues, quiénes fueron los 44 ejecutados por las tropas franquistas en Casares. Actualmente dos monumentos rememoran sus nombres; uno en Arroyo Marín y el otro en Cerro de la Horca, donde se encuentra enterrado asimismo el único fusilado en el Puerto de la Cruz:

(Anexo.-15)

34 Fusilados en Arrroyo Marín el día 6 de Mayo de 1937:

Manuel Ahumada Fernández, 33 años. Hermano de Benito Ahumada Fernández autor de la detención del asesinado Agustín Martín González.

Encarnación Blanco Borrego, 57 años.

Juan Carrasco López, 41 años.

Isabel Carrasco Rojas, 31 años.

María Antonia Fernández Marín, 63 años.

Andrés Galiano Morales, 28 años.

Aurelio Galiano Ramos, 35 años.

Salvador Gavira Mena, 41 años.

Domingo Gil Peller, 50 años.

Juan León Valadez, 44 años.

Francisco López García, 32 años.

Fernando López Marín, 45 años.

Cristóbal Martínez Ocaña, 49 años.

Isabel Mateos Ruiz, 34 años.

Catalina Mena Quirós, 70 años. Hermana de Acracio Mena Quirós, autor de varios asesinatos durante el periodo marxista.

María Mena Quirós, 66 años. Hermana de Acracio Mena Quirós, autor de varios asesinatos durante el periodo marxista.

Francisco Mena Valadez, 42 años. Miembro de los Comités Republicanos de “Salud Pública” encargados de la limpieza ideológica.

Domingo Muñiz Sánchez, 30 años.

José Muñiz Sánchez, 35 años.

Carmen Borrego Andana, 36 años.

Antonia Ocaña Valadez, 50 años.

Salvador Ortega Pérez, 54 años.

Bartolomé Pérez Sánchez, 43 años.

Lucrecia Pozo Gil, 18 años.

Josefa Pineda Tocón, 41 años.

Ana Prieto Mena, 50 años.

Juan Quirós Delgado, 31 años.

Manuel Quirós Valadez, 35 años.

Diego Rojas Blanco, 42 años.

Ana Romo Domínguez, 43 años.

Catalina Sánchez Romero, 45 años.

Manuel Tocón González, 46 años.

Universo Tocón González, 34 años.

José Valadez Valdivia, 52 años.

(Anexo.-16)

9 Fusilados el 17 de febrero de 1937 en Cerro de la Horca:

Francisco Trujillano Caravante, 26 años. Hermano del Alcalde José Trujillano Caravante quien vivió en Francia hasta su muerte.

Diego Blanco Trujillano, 45 años. Autor o responsable de la muerte de D. Diego García Galiano. Era hermano de José Blanco Trujillano quien había huido. El alcalde José Trujillano Caravante también aparece como responsable de esa muerte.

Juan Delgado León, 39 años.

Pedro León Mena, 28 años.

Braselino Mena Trujillano, 27 años.

Juan Mena Valadez “alias el Raspa”, 48 años. Miembro de los Comités Republicanos encargados de la limpieza ideológica. En febrero de 1937, según B. Trujillano no había usado el fusil, aunque hizo guardias armado a la entrada del pueblo. Regresa a Casares el 16 de febrero de 1937. Fue fusilado un día después. Su cuñado, Antonio Gutiérrez Delgado, destacado militante izquierdista, estuvo refugiado en una gruta entre las fincas de Matute y Arroyo de la Jordana.
Autor: Benito Trujillano Mena. Investigación Memoria Histórica Casareña. Ana Gutiérrez. Casares (PDF). P. 2

Andrés Ortiz Jiménez, 44 años.

José Parra Contreras, 52 años.

Bernabé Rendón Delgado, 39 años.

1 Fusilado en Puerto de la Cruz (enterrado en Cerro de la Horca):

Diego Ruiz Ocaña, 55 años. El 24 de diciembre de 1936.

Los homenajeados de B. Trujillano:

El “Estudio sobre la memoria histórica de Casares” del investigador local Benito Trujillano aporta información complementaria sobre alguno de los cabecillas de estos sucesos casareños, de los cuales se pierde la pista en la documentación primaria que hemos analizado. Según se desprende de su obra, sería descendiente de uno de ellos, del alcalde José Trujillano Caravante, quien huiría y haría su vida hasta su muerte en Francia. En este estudio del autor casareño no se mencionan los crímenes cometidos por aquellos a los que homenajea, pero aporta datos sobre sus vidas que habrían quedado en el olvido de no ser por su trabajo.

Diego Pérez Rodríguez, “el Chícharo”

Tanto Diego Pérez Rodríguez, como el propio alcalde José Trujillano Caravante, entre otros; desde el exilio se permitieron, muchos años después, escribir “sus hazañas”.
En sus biográficos escritos conmemoartivos, B. Trujillano menciona a Diego Pérez Rodríguez, “el Chícharo”, citado al principio de la relación, fallecido en Francia el 9 de junio de 1970, a la edad de 66 años.
Diego Pérez Rodríguez, fue un agitador anarquista casareño huido a Francia y casado con Ana Trujillano Caravante, hermana del alcalde marxista de Casares responsable directo, presuntamente, de, al menos de forma testifical, varios de los crímenes cometidos en el pueblo. Desde su exilio en Francia años más tarde “el Chícharo” escribiría:
Un día antes de la caída de Málaga 8 de Febrero del 37 salimos por la carretera en dirección de Almería, que tristes recuerdos, cuantas criaturas, cuantas vidas, ¿porqué?. (Sic)
-¡No!, no estoy de acuerdo, ni puedo compartir algunas cosas que pasaron; no sirvió de nada tirar los Santos por la Plana; detener y entregar aquellos paisanos de derechas a aquellas malas gentes de Málaga, nadie podía pensar el fin trágico que aquello tendría.- (Sic)

http://www.memorialibertaria.org/spip.php?article776

Francia me ha dado lo que mi patria me ha negado. Reconocimiento con la Cruz del Combatiente, dignidad, y libertad para pensar, y vivir, como yo quería.
Desde este suelo de Cordes sur Ciel, Departamento del Tarn, Francia, donde reposan mis restos desde el 9 de Junio de 1970, enterrado con honores militares y acompañado por numerosos amigos y compañeros de lucha.
Quiero despedirme con la humildad de las gentes de mi clase jornalera, pero reafirmándome en mi compromiso con la libertad y la igualdad de todos los hombres y que siempre seguiré siendo, mientras mi memoria persista:
UN SOLDADO DE LA REPUBLICA.”


Benito Trujillano Mena (Investigación Memoria Histórica Casareña)
www.todoslosnombres.org
http://www.memorialibertaria.org/
http://www.todoslosnombres.org/php/generica.php?enlace=listadocompleto


José Trujillano Caravante, alcalde de Casares

Benito Trujillano ensalza, en otro de sus escritos biográficos “conmemorativos” sobre el alcalde marxista de Casares, José Trujillano Caravante, la figura de éste en boca de Antonio Gutiérrez Borrego, otro de los presuntos instigadores de los sucesos casareños. Así lo recoge en su breve escrito biográfico:
Decepcionado, dolido, olvidado y lejos de su tierra, moría este gran luchador por la libertad, debido a un cáncer en 1962. En su entierro civil tomo la palabra Antonio Gutiérrez Borrego:

"¡Compatriotas y amigos! Agradecido a todos los que habéis tenido el gesto solidario de acompañarnos. Nos queda el consuelo que José Trujillano Carabante, socialista español, casareño y antifascista no sólo está presente en nuestros pensamientos, sigue estando a nuestro servicio, porque sus principios de lucha de los trabajadores son insustituibles y serán siempre de actualidad, mientras exista la sociedad capitalista. ¡Nunca te olvidaremos! Hasta siempre compañero de ideas y lucha". (Los olvidados, Antonio Gutirrez Borrego, Casares 1977)”.

todoslosnombresJosé Trujillano Carabante.pdf

Asi ensalza la figura del alcalde socialista de Casares, Benito Trujijllano Mena:
Una tarde de Julio del 2006, en un café de Cordes Sur Ciel, Pierre Pérez, próximo a losochenta años, me hablaba de su fidelidad a los nobles ideales de nuestros antepasados, delrespeto a los valores éticos de la II República Española. La integridad, dignidad y la honradez de la familia Trujillano Carabante, tanto de España como de Francia.”
Separata del libro inédito "De Casares a Cordes un viaje sin retorno”.
José Trujillano Caravante, según documentos oficiales de la época consultados, o Carabante según aparece en el escrito de Trujillano luchó, más que por la libertad genéricamente hablando, por su propia libertad.
Murió a los 59 años, de cáncer, sin volver a España.
Así lo rememora B. Trujillano en boca de Diego Pérez Rodríguez “el Chícharo”:

El Ayuntamiento tenía un Alcalde de Izquierdas, para más señas, era mi cuñado José Trujillano Carabante, socialista de Largo Caballero, luchador y honrado, el obrero estaba representado en todos los sitios.” (Sic)

http://www.memorialibertaria.org/spip.php?article776

Por otro lado Antonio Gutiérrez Borrego, quien suscribe el párrafo anterior a este último en 1977, por lo visto volvió a Casares a la muerte de Franco, gracias a la Ley de Amnistía que se dictó, habiendo huido y residido hasta entonces en Francia.

Blas Infante López

Benito Trujillano escribe, respecto a la figura del alcalde marxista de Casares:

Ganó la Alcaldía en 1936 con el Frente Popular, gracias a la conjunción socialista-republicana de Casares, acompañado por Blas Infante López, maestro representante de Izquierda Republicana. Durante los seis meses de alcaldía el sabotaje al Ayuntamiento fue continuo por parte de los empleados municipales nombrados durante el bienio anterior y los poderes caciquiles. La Patronal Agraria hacía un incumplimiento reiterado de los acuerdos de las bases del Trabajo. La UGT y la CNT de Casares reproducen un enfrentamiento generalizado y como transfondo una huelga agraria indefinida.”

El maestro Blas Infante López de Izquierda Republicana fue otro de los autores o instigadores de algunos de los fusilamientos a vecinos de Casares durante el periodo marxista, según consta en los documentos analizados. En 1940 permanecía detenido en espera de proceso.

Tergiversación de la prensa local.

El día 15 de enero de 2005, tuvo lugar un pleno en el Ayuntamiento de Casares que recogió el Diario Sur de Málaga en estos términos de manipulación perversa de la Historia:

Estepona. Aquellos hijos perdidos en la guerra... Diario Sur - 16 de enero de 2005

Casares celebró ayer un pleno especial para dar un reconocimiento moral a sus 44 vecinos fusilados en 1937 y que aún permanecen enterrados en fosas comunes ubicadas en la localidad

M. ISABEL SOLANA / YEDALAMO / CASARES
Los vecinos de Casares han dado un paso adelante para recuperar aquella parte de su Historia que existe, pero de la que apenas hay documentos escritos y que, en su mayoría, permanece en la memoria de aquellos que vivieron en primera persona el enfrentamiento de los españoles en la Guerra Civil. Por ello, ayer se celebró un pleno municipal en Casares con un único punto en el orden del día: reconocer las injusticias que se cometieron con la población casareña en el año 1937. Éste era el objeto de una sesión celebrada ante los familiares de las 44 personas fusiladas en aquel año y cuyos cuerpos permanecen en dos fosas comunes ubicadas en la localidad. Todos los partidos políticos representados en el Ayuntamiento (Izquierda Unida, Unión por Casares y Partido Andalucista) aprobaron por unanimidad el único punto del orden del día de la sesión cuyo fin es «la dignificación y el reconocimiento moral de todas las personas que sufrieron la represión de la dictadura franquista», según reza en la moción aprobada.

Investigación

El emotivo acto comenzó con unas palabras de Benito Trujillano, un casareño, nieto de uno de los fusilados en la localidad en 1937. Este ciudadano ha llevado a cabo una investigación, que aún continúa, con la que ha arrojado luz a los hechos ocurridos en Casares durante la Guerra Civil, ha ubicado las fosas comunes del municipio (en Cerro de la Horca y en Arroyo Marín), y mantiene una búsqueda del paradero de otros casareños que huyeron de la guerra y que fueron fusilados en otras poblaciones. «Hoy quiero ser la voz de aquellos que no la tuvieron. Esta es una deuda histórica del pueblo de Casares con aquellos sus hijos que fueron asesinados durante la Guerra Civil», manifestó Trujillano. Este ciudadano se refirió especialmente aquellos casareños, 13 mujeres y 31 hombres, que después de que en Casares finalizara la lucha armada y la guerra se desplazaron a otros lugares, fueron fusilados y sus cuerpos enterrados en fosas comunes.

Monumentos

El alcalde del municipio, Juan Sánchez, apuntó, ante los familiares de los caídos, que Casares «tiene la obligación moral de reconocer esa injusticia que se cometió y dignificar la muerte de esas personas». Así, el pleno municipal aprobó por unanimidad «hacer un reconocimiento ético, político y social a todas aquellas personas que lucharon contra el franquismo y que fueron víctimas de la represión de una u otra manera». También se dio luz verde a la colocación de dos monumentos en las dos fosas comunes que hay en el municipio en el que recen los nombres de todos los que allí yacen enterrados. En la moción aprobada, también se recoge la intención municipal de apoyar todos los estudios historiográficos sobre la recuperación de la memoria histórica casareña y todas las iniciativas de las familias de los afectados «evitando en todo caso, que sirva para reavivar viejas heridas o remover el rescoldo de la confrontación civil», explicó el alcalde.

Este acuerdo plenario se remitirá a todos los ayuntamientos donde hay constancia de presencia de casareños en fosas comunes dentro de su término municipal «para que dignifiquen su sufrimiento», concluye la moción.

Los datos

Investigación: Benito Trujillano, vecino de Casares y nieto de uno de los fusilados en la Guerra Civil, ha hecho una investigación en la que se esclarecen los hechos que sucedieron en la localidad durante la guerra.

Fusilados: En Casares murieron fusiladas 44 personas en 1937, 13 mujeres y 21 hombres.

Fosas comunes: Tras la investigación se ha descubierto que los cuerpos permanecen enterrado en tres fosas comunes ubicadas en el Cerro de la Horca, en el paraje Arroyo Marín y en el Puerto de la Cruz.

El inicio fue una lucha entre patronos y campesinos

M. I. S. / Y./CASARES

Benito Trujillano, vecino de Casares e inspector de Sanidad de profesión, nada tiene que ver con los que se dedican al estudio de la Historia, pero un buen día, por amor a su pueblo y a su familia, se embarcó en la aventura de descubrir aquella parte de la Historia de Casares que ocurrió durante la Guerra Civil y que no reza escrita en ninguna parte. En memoria de su abuelo, fusilado por el Bando Nacional, y de aquellos otros hijos de Casares que murieron por un disparo, inició su investigación que le ha llevado a hablar con protagonistas de aquella época y de incesantes búsquedas entre los archivos.”

«Revancha»

En sus conclusiones, Trujillano ha descubierto que el conflicto que llevó a la persecución y la muerte a tantos casareños tuvo su origen en una lucha de clases local, entre la burguesía agraria, y los campesinos, que recibían jornales de seis pesetas mientras que un kilo de carne costaba siete. «Al comenzar la guerra, en Casares se detiene a 36 personas del Bando Nacional y se ordena llevarlos a Málaga. Por los desórdenes de la República, estos 36 casareños fueron matados en el camino. Después, la revancha se cebó con el pueblo de Casares», explicó.

Sus estudios le han llevado a seguir la pista a muchos casareños, a los que fusilaron en el pueblo y a los que huyeron y mataron en otras poblaciones, como le ocurrió a su vecino más ilustre, Blas Infante, padre del Idealismo Andaluz, y fusilado en Sevilla en agosto de 1936. Trujillano quiso recordar también la huida que se produjo en el pueblo durante la Guerra Civil, una despoblación de la que Casares nunca se ha recuperado. En 1930, en la localidad casareña vivían 5.400 personas. Ahora, no llegan a los 4.000.”/

No fue una guerra entre ejércitos la que se libró en los pueblos. En pueblos como Casares la ideología se confunde con la libertad y ocupa el lugar de los principios.
Muchos de los asesinados en Casares tenían incluso los mismos apellidos y lazos familiares que sus propios verdugos. Por eso, para que no quedara al descubierto la evidencia llamaban a patrullas de la FAI de otros pueblos con el objeto de que se encargaran de la ejecución de sus propios familiares o incluso amigos hasta un día antes; aunque fuesen ellos quienes las ordenaban o indicaban a quién había que matar y dónde vivía.
Aún así no es extraño comprobar que, en muchos casos, las víctimas tenían los mismos apellidos que sus ejecutores o cómplices, como son los casos de los apellidos Mena, Trujillano y Valadez, entre otros, en el caso casareño. Vemos Trujillos asesinados y Trujillos asesinos; Menas asesinados y Menas asesinos; Valadezes asesinados y Valadezes asesinos. Y en algunos casos Trujillos mataban a Trujillos y Menas matando a Menas.

2 comentarios:

  • A Toda Costa says:
    7 de enero de 2016, 23:32

    Sólo aclarar que no se permiten comentarios anónimos. Y que la información contenida aquí, no tiene nada de subjetiva sino todo lo contrario, son las mayores fuentes objetivas que pueden existir al analizar la Historia, puesto que son fuentes primarias de los documentos de la época donde se reflejan dichas muertes y cuyos algunos familiares de estos asesinados aún viven. Todo lo que está escrito en este posts son documentos consignados en el Archivo Histórico de Estepona, donde seguramente la periodista y la información del diario que se que se cita al inicio, no consultó.

  • A Toda Costa says:
    7 de enero de 2016, 23:33

    Una aclaración, quería decir al final, no al principio, referido al diario citado.