06 octubre 2008

«El poder judicial es todavía muy ególatra y muy arrogante, y requiere una reforma»

LA 'ENTREVISTA IMPERTINENTE', LLEVADA AL PAPEL

José Luis Mazón, abogado, respondió en Punto Radio a las impertinencias de García Martínez «Dejaría que Mario Conde administrara mis bienes» «Lo que le pasó en Banesto fue porque vieron que podría ser presidente del Gobierno» «Habló con De Juana Chaos»

«El poder judicial es todavía muy ególatra y muy arrogante, y requiere una reforma»
CASI ABSTEMIO. Sólo probó un chispín de vino,
pero se despachó a gusto con la judicatura. MARTÍNEZ BUESO
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LA VERDAD/MURCIA
-Sepa que ha tenido usted el honor de sentarse en un sillón recién comprado.

-Para mí, desde luego, es un honor el estreno y estoy muy orgulloso.

[Se le nota satisfecho]

-Usted es un discutidor nato, pero a mí no me joda, ¿eh?

-No, no. Yo sólo discuto cuando considero que tengo una razón o una causa justa por la que discutir.

-Dicen de usted que es un abogado muy ruidoso.

-Yo soy un abogado antirruido y puedo ser a la vez ruidoso, en la medida en que ciertos casos pueden ser resonantes.

-Por eso le decía. Es que, claro, es paradójico que sea usted ruidoso y defensor de las víctimas de los ruidos.

-Son ruidos de naturaleza distinta.

-¿Y le han dado problemas los ruidos que provoca?

-Sí, claro. Porque suelo molestar a mis enemigos naturales, que son gente encumbrada que utiliza el abuso de poder como moneda de uso corriente. Lo mío son heridas de guerra o gajes del oficio.

-¿Piensa que está en la lista negra, si la hubiere, del Tribunal Constitucional?

-Por supuesto. Yo soy el enmigo número uno del Tribunal Constitucional. Un presidente/expresidente le dijo a una persona muy relacionada con ese Tribunal: "No sé cómo puedes tener trato con ese abogado, que es la persona que más daño le ha hecho a la institución. Pero yo no hice daño a la institución, sino a los malversadores del poder público que habían usurpado el correcto funcionamiento del Tribunal.

-Pero uno de los doce se salva, pues no intervino.

-Porque estaba enfermo.

-Parece que en la judicatura no se tolera cierto nivel de impertinencia.

-El poder judicial es todavía un poder muy ególatra y muy arrogante, que necesita una reforma.

-¿Es verdad que coge usted los casos que sus compañeros dan por perdidos?

-Bueno, algunas veces. Yo recojo los casos que están muertos sólo aparentemente. Me guío mucho por intuición y experiencia.

-Usted ha llegado a decir que los magistrados del Constitucional serían unos caraduras si no dimitieran.

-Sí. Serían unos caraduras. No han dimitido y han aprovechado el Tribunal para su propio beneficio...

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