El presunto pistolero conversó con la víctima en una calle de Puerto Banús antes de dispararle varias veces a bocajarro, según aseguraron testigos presenciales
M. J. CRUZADO / JUAN CANO
Los vecinos consultados apuntaron haber visto al presunto agresor marcharse del lugar a pie «con total frialdad». Un coche lo esperaba para darse a la fuga y la cercanía de la autovía facilitó la huida. Todo hace pensar que se trató de un ajuste de cuentas.
El suceso ocurrió a las 19.30 horas con las cafeterías y restaurantes de la zona atestados de clientes, que huyeron «despavoridos». «Creímos que eran petardos hasta que lo vimos en el suelo, con la cara destrozada, llena de sangre. Era como una película, su cuerpo se convulsionaba aunque llegó a articular alguna palabra», sostiene uno de los testigos.
Un vigilante de seguridad avisó al Servicio de Emergencias 112 y lo acompañó durante el tiempo que tardó en llegar la ambulancia del 061 para trasladarlo al Hospital Costa del Sol. Ingresó con al menos, dos impactos de bala: uno en la cara, junto a un ojo, y el otro en el brazo. Al cierre de esta edición su estado era grave y su pronóstico reservado...
0 comentarios:
Publicar un comentario